Todavía recuerdo las dudas que tuve antes de comprarme las Hunter. A pesar de que en el norte la lluvia nos acompaña a menudo, no tenía claro cómo las iba a combinar ni si me vería mucho con ellas. Dos años después tengo claro que han sido una de las mejores compras que he hecho en mucho tiempo: no más cabreos ni resfriados por llegar con los pies mojados, poder saltar los charcos con alegría y sin preocupaciones… Aunque de momento siguen como nuevas, no descarto hacerme con unas nuevas esta temporada o la que viene. Aunque hay otra alternativa que me ha parecido muy divertidas: las botas bajas de agua de la marca Mel. Quizás al ser estilo botín resulten más fáciles de combinar, cuestan la mitad que unas Hunter y la verdad es que son muy monas divertidas. ¿Os parecen una buena alternativa? ¿o preferís el modelo clásico?