Los principales ingredientes de esta mascarilla son la arcilla y la mandarina. Está especialmente indicada para tratar las pieles impuras.
La arcilla está indicada para liberar poros, reducir su dilatación, arrastrar las celúlas muertas y limpiar las impurezas. A esto se une la mandarina que gracias a sus propiedades refrescantes y desfatigantes dan a la piel un aspecto fresco y homogéneo.
Como cualquier mascarilla se debe aplicar sobre la piel limpia y seca. Tiene una textura cremosa, es de color anaranjada y su perfume, como no podía ser de otra manera es fantástico. Un olor afrutado, con un toque cítrico de mandarina, dan ganas de comérsela. Aplicarla uniformemente por el rostro y el cuello. Quizá el sobrecito se queda escaso si queremos cubrir también todo el cuello. A mi me gusta tratar el cuello de la misma manera que el rostro, ya que se trata de una piel muy sensible que tiende a descolgarse. Tanto limpiadores, tónicos, cremas y mascarillas cubren por igual mi cara y mi cuello. Dejaremos actuar la mascarilla unos 15 o 20 minutos, es decir, hasta que se seque. Este es el tiempo que a mi me tarda en secar. Eliminaremos con agua abundante, y a continuación podemos aplicar nuestro tratamiento habitual, tónico y nuestra crema.
En definitiva he quedado muy satisfecha con este producto. Como os comenté en la entrada anterior, viene presentado en 2 sobres monodosis por un precio de 1,39 €uros. Sin duda alguna repetiré, creo que esta mascarilla se hace indispensable en mi higiene facial.
Os la recomiendo.