Gel limpiador Piel Pura al extracto de sauce de Bottega Verde
El gel limpiador al extracto de sauce de la línea Piel Pura de Bottega verde está indicado para pieles mixtas y grasas con tendencia acneica (si no es vuestro caso pero tenéis la piel mixta, os recomiendo los productos de la línea al extracto de pepino, que cuando no tenía problemas de granitos me fueron muy bien). Más concretamente, nos prometen obtener una piel con menos impurezas, más homogénea, sin resultar agresivo en ningún momento. Cada unidad cuesta 15,49 € sin oferta y contiene 125 ml (una cantidad un poco escasa desde mi punto de vista), pero ya sabéis que en esta tienda hay que aprovechar los descuentos y evitar comprar a precio normal.Su presentación es idéntica a la del tónico de la misma línea: un sencillo bote de plástico semitransparente con el tapón verde, muy acorde con esa sensación de impregnarnos de naturaleza y bienestar que suelen transmitir los limpiadores faciales. Sabéis que normalmente no me quejo de estas cosas, pero hoy tengo que hacer una excepción: me parece un envase bastante incómodo para un gel. Tiene tapón en rosca (primer fallo: el tipo clic es mucho más práctico) y un orificio muy grande con el que es fácil pasarse con la cantidad. Además, la forma del bote no facilita la salida del producto, de hecho cuando queda poco se hace difícil hacerlo salir (van mejor los envases con soporte sobre su base o los que llevan un dosificador como los jabones de manos).
El gel en sí es de color verde transparente y tiene una textura gelatinosa que se extiende bien por la piel. Desprende un aroma muy agradable para mi gusto, entre floral y vegetal sin oler a ninguna planta conocida en particular. Entre sus principios activos destaca, cómo no, el extracto de sauce que da nombre al producto y contiene ácido salicílico (de un derivado de este se hacen las aspirinas), un ingrediente común en los productos para el acné por su actividad para secar los granitos. También lleva laricyl, una sustancia que se extrae de un hongo y aporta tonicidad e hidratación a la piel con el objetivo de que luzca más bonita. Finalmente, tenemos el antimicrobiano Piroctone Olamine, que según dice combate el acné y la caspa (esto último cuando se encuentra en champús, claro).Resultados
Cuando busco un gel limpiador (al menos en la época en que no tenía problemas de acné y me iba bien cualquier producto para piel normal) valoro mucho que este proporcione frescor al rostro. Al usarlo de buena mañana, me gusta que me ayude a despejarme, cosa que se suele conseguir con un aroma cítrico revitalizante. En este caso, no hay frutas sino un aroma de tipo floral-vegetal que me encanta, hasta me gustaría para un gel de ducha. No es especialmente fuerte, pero consigue su cometido de refrescar y ayudarnos a empezar el día con buen pie.
En segundo lugar, sí que noto que el gel deja la piel limpia y al pasar el tónico quedan pocos restos de suciedad. Matifica la piel, con lo que aprecio que hay menos brillos, pero resulta demasiado suave para el acné. Hablando claro, que los granitos siguen ahí, ni ayuda a secarlos ni previene su aparición. Curiosamente, creo recordar que el gel limpiador para pieles grasas de Deliplus también lleva ácido salicílico y con él observé los mismos resultados, esto es, piel algo más mate sin ningún cambio en los granos. Salta a la vista que mi problema necesita otros activos para solucionarse, pero he querido hacer esta mención porque sé que hay gente que está encantada con el citado gel de Deliplus y quizá este de Bottega Verde podría interesarles para variar un poco.Volviendo a los resultados, aunque la piel está más limpia tampoco llega a ser algo extraordinario. No veo ninguna acción destacable sobre los puntos negros (eso sí, aquí también hay que decir que, en general, ningún gel consigue reducirlos, como mucho algunos exfoliantes y mascarillas), a pesar de que en la etiqueta aseguran que minimizan su dilatación. Ay, señores de Bottega Verde, en lugar de hacer tantas promesas adicionales deberían centrarse en hallar una fórmula más eficaz para las impurezas, que para limpiar y refrescar me quedo con un limpiador para piel normal.
No hace falta que diga que no es agresivo y no me ha provocado ninguna reacción alérgica. El eterno problema de los productos anti-acné: unos se quedan cortos y otros provocan escozor y picores insoportables (yo me he visto en ambos casos, en los últimos años más en el primero), ¡cuesta tanto dar con la solución! Por fortuna, los que me leéis ya sabéis que al poco tiempo de usar esta línea de Bottega Verde encontré la mía: el jabón sólido Farmacia de Guardia, de la marca Lush. No es milagroso y algún granito siempre se escapa, pero es el único con el que mi piel ha mejorado de forma notable y de hecho casi no me salen granos grandes de esos tan molestos (antes eran una constante en mi rostro).En definitiva, no puedo decir que sea malo (cada piel es un mundo y al menos me ha gustado que sea fresquito y controle los brillos), pero me ha resultado inútil usarlo porque no cumple la promesa de reducir las impurezas y dotar la piel de un aspecto más uniforme. Y esto se puede extrapolar a los otros dos productos de la línea al extracto de sauce que he probado: el tónico no hace absolutamente nada y la crema, aunque matifica, por sí sola tampoco combate el acné, algo parecido a lo que le ocurre al gel. Con todo esto, podéis suponer que por mi parte no lo recomiendo.