Hace casi 20 años mi padre consiguió que alguien le grabara en un cinta de vídeo Beta (sí... hace muchos años) esta versión del Concierto para piano nº 2 de Brahms con Pollini al piano y Abbado a la batuta. Cuando pasamos al sistema VHS me llevé un disgusto enorme... porque no podía seguir viendo mi cinta preferida, pero... milagros de You tube y de los internautas: aquí está, para mí, para todos, y probablemente para siempre.
Cuando éramos adolescentes veíamos en las obras maestras y en los compositores del pasado a nuestros mejores amigos. Brahms para mí era uno de los elegidos. Cada una de sus notas al piano resuena y en todo su repertorio encuentro reposo y serenidad.
Hay días en que olvido lo afortunada que soy por dedicarme a la música, por poder entrar y salir de una partitura como Pedro por su casa, de ser capaz de leer y tocar lo que se escucha en este vídeo. Hay días en que no lo recuerdo suficiente. En el pasado escuchaba esta versión casi a diario, para no perder el norte y saber qué quería de la vida. Ahora debería escucharla el doble, para no olvidarme de que el Norte es hoy, ahora y cada día.