Si, la devolución es causada por el cúmulo de experiencias acumuladas, a lo largo del tiempo de relación, solo la experiencia compartida en la que se pone todo el esfuerzo y la intención de compromiso, lo que irá neutralizando, poco a poco, la fuerza de los golpes que en los puntos de encuentro se siente.
Marketing de experiencias genera la posibilidad de diseño de todas experiencias que puedan imaginar para compartir con la comunidad, pero, hay que tener en cuenta que, para que sean realmente efectivas, las acciones de uso de Marketing de experiencias deben contener la coherencia, de principio a fin, que cuida Branding como el valor que dará credibilidad a cada una de las propuestas, a no ser, claro que se esperen las mismas devoluciones que obtienen las campañas publicitarias, a los pocos minutos de tener contacto con los espacios de atención al cliente.
Los espacios de atención al cliente son los que, a día de hoy, están siendo golpeados con más insistencia por la reclamación de una Reputación de Marca correcta. Allí, la experiencia debe manifestarse con toda su fuerza pero, Marketing de experiencias inicia sus pasos, incluso antes, porque todo lo que toca o roza a los grupos interesados debe estar contaminado y ser capaz de transmitirla, empezando por el Valor funcional, para terminar por el detalle y el máximo cuidado de cada una de las palabras y mensajes que son emitidos.
No valen, los discursos, sin derecho a réplica, sello característico de una Imagen Corporativa, acostumbrada a creer que todo lo que dice, será asumido sin más.
No valen los discursos repetitivos aún siendo emitidos por personalidades bendecidas por un alto grado de carisma. Allí también se pierde todo el sentido, en los espacios de ventas, presentaciones, negociaciones y eventos, cuando Branding, no toma las riendas, y estima implantar la misma coherencia, de principio a fin, y elige, expresarse como experiencia para compartir, buscando que sea, una perfecta experiencia que pueda vincular emocionalmente y que se convierta en un espacio donde la interacción y el diálogo se pueda construir como un espacio, adecuado, para ofrecer y obtener un feed back, verdaderamente enriquecedor para todos los implicados generando así, la confianza que se necesita.
No hay fidelización que no sea obligatoria o buscada por medio de plazos que comprometen al interesado, solamente, porque la vinculación nunca será emocional, y muy al contrario de lo que se busca, es percibida, desde fuera, como una cárcel que nunca podrá ser transmitida con una emocionalidad positiva y, no hay confianza que se genere, si no es por el cumplimiento total de las promesas emitidas, que tocan directamente al interlocutor. No resulta efectivo, levantará valor, aquellas promesas que son cumplidas, o no, en las carnes de otros que, pueden estar lejanos o no, al mismo interesado.
Valor Emocional, es la capacidad de vincular emocionalmente al interesado y su construcción se cuela por todo el tejido interno que ha de velar que, en todo momento, lo que roce al cliente, llegue convertido en algo que les permite compartir la experiencia de todo un Valor Funcional, lleno de belleza, que además, beneficiará al modelo de negocio, simplemente, porque empezará a crear la verdadera diferencia de la competencia.
Valor de Responsabilidad Social Corporativa es la habilidad de poner en pie promesas de obligado cumplimiento que benefician directamente a la comunidad y los grupos interesados aportando enriquecimiento, de todo tipo, para la misma Imagen Corporativa pero también teniendo en cuenta a estos grupos, de forma tal, que ellos puedan contarlo, sin que se tenga que pagar para ello.