Inaudito: 2 entregas consecutivas de revisión de un disco del presente año en curso en “Discos, música y reflexiones”. Dedicado con cariño y con humor para todo aquel que nos critique que no comentamos o tratamos la actualidad.
Tras el lanzamiento del tercer disco “Day & Age” de The Killers, hubo lugar a numerosas especulaciones, y las sigue habiendo, en tanto al futuro de la banda. Algunos sectores hablaban de la inminente ruptura de la banda por el conflicto de egos entre el batería Ronnie Vannucci y Brandon Flowers, otros apuntaban, basándose en declaraciones del propio Brandon, que lo siguiente sería un disco de versiones y otros realmente no sabían a qué atenerse.
Lo que casi nadie advirtió o esperaba era que el líder de la banda, el cantante y teclista Brandon Flowers se desmarcara con una parada en la actividad de la banda, pidiendo una excedencia para poder editar un disco en solitario. En parte, puede ser visto como una acción de cara a que el ambiente recalentado de la banda se enfríe y que a la hora de retomar la actividad, todo sea más amable de lo que apuntaban círculos cercanos a The Killers. Sin embargo, también se puede tomar por el lado de que Flowers esté hasta el gorro de The Killers y haya decidido probar suerte en solitario para tantear como responde el público y dependiendo de la aceptación incluso dar por finiquitada a la banda y postularse como el Morrissey del siglo XXI.
A medida que avanzábamos el presente año, se iban conociendo detalles de la ópera prima en solitario de Brandon Flowers. Por algunos detalles, intuía en “Flamingo” un cierto regreso a las maneras del 2º disco de The Killers “Sam’s Town”, sobre todo en lo referente al título del mismo, ya que ambos son nombres de casinos de Las Vegas, que se concretarían en ciertas piezas de la obra que un poco más adelante comentaremos; además el “Welcome to fabulous Las Vegas” del comienzo es más que una declaración de intenciones en esa vertiente.
Ya que mencionamos la canción de apertura, metámonos en la escucha de “Flamingo” y dejemos otras reflexiones y consideraciones generales para los últimos párrafos del artículo de esta semana. La citada “Welcome to fabulous Las Vegas” redunda en el aspecto de “Sam’s Town” de The Killers, no solo en lo evocador del título, sino en lo que a su sonido se refiere. Y este aspecto es básico, ya que es un tema que tiene ese tono épico y melancólico que Flowers y sus compañeros de grupo destilaron a la perfección en su 2º lp, en piezas como la propia “Sam’s Town” o incluso de forma más parecida en la sentida y dolida “Why do I keep counting?”. Y claro, todo ello al fin y al cabo confirma una influencia cercana del Bruce Springsteen más clásico. Es un buen tema de inicio, con mucha energía que nos introduce de forma más que correcta, y no solo por el “bienvenidos” que incluye el título de la pista. Una de las mejores piezas que incluye “Flamingo”, se dispone en el 2º lugar. En este apartado sí que estoy más acorde con Julián Ruiz, con el que no coincidía tanto en destacar en “Day & Age” “The world we live in” como el mejor tema del disco, barriendo un servidor a favor de “Losing touch”. La electrónica suave del tema y la melodía vocal, sencilla pero con gancho, del estribillo de la canción, te captura con facilidad tras un par de escuchas. A pesar de ser algo repetitiva, es una composición excelente y que en parte puede ser un ejemplo de como depurar y mejorar el estilo relajado o más ligero de canciones como “Joyride” o “I can’t stay” de “Day & Age” de The Killers, que tantas críticas negativas levantaron (incluidas las mías). Hay lugar para una colaboración vocal, con el dueto a cargo de la cantante Jenny Lewis, de nombre de pila evocador, en la 3ª pista de título “Hard enough”. Digamos dueto, pero en realidad esta cantante sirve como escudo trasero vocal de Brandon, es decir, como refuerzo o complemento a Flowers, ya que cantan al unísono y no alternándose estrofas. De hecho Jenny pone su granito de arena únicamente en el estribillo. Una vez comentada la colaboración, decir que “Hard enough” es un tema nuevamente suave, que nos muestra al Brandon más comedido y de perfil medio de la obra. Para que no nos relajemos en exceso, las reminiscencias de “Sam’s Town” vuelven con fuerza en “Jilted lovers and broken hearts”. Un tema que en parte nos puede recordar a “This river is wild”, pero con algo menos de intensidad, pareciéndose quizás en este aspecto más a “A dustland fairytale”; no obstante, a medida que la voy escuchando cada vez más, esas primeras impresiones se tornan en una mayor reminiscencia de “Mr. Brightside”, con la que guardaría un más que parecido razonable si hubiera sido recargada con melodías de teclado más evidentes. De esta forma, casi podríamos decir que “Jilted lovers and broken hearts” es un perfecto compendio para entender el trabajo discográfico de Brandon junto a The Killers hasta la fecha. Las notas épicas y el tono desesperado de Brandon al micrófono, da lugar a uno de los momentos de mayor carga emocional de “Flamingo”. Afrontamos “Playing with fire”, una canción muy relajada, pausada y lenta, en la que Brandon hace uso de su registro más ligero al cantar y de la que cabe destacar ciertos acordes quejumbrosos de la guitarra eléctrica justo antes de que Brandon comience a cantar el estribillo. Esta pista es el momento menos frenético y más lánguido de la historia discográfica de Brandon Flowers, tanto con The Killers como en el presente debut discográfico. Lo que no acabo de entender es el mecanismo subconsciente que hace que se me repita el comienzo del estribillo y lo tararee casi sin proponérmelo; este Brandon utiliza elementos subliminales sin duda en sus composiciones (ya me pasó con “Hot Fuss” y varias de sus canciones en su día cuando iba escuchándolo las 2 o 3 primeras veces). No obstante, esto es un interludio de calma, ya que el ritmo y brío lo recuperaremos progresivamente en las 2 siguientes canciones rápidamente. Con esto se pasa de la calma y decadencia al frenesí de “Was it something I said?”. Aquí quizás se pasa de falsete Brandon en el estribillo. Es una canción muy rítmica y animada, pero creo que la sucesora en el orden del disco la supera ampliamente. Y es que “Magdalena” es sin duda la canción más radiante y luminosa de “Flamingo”, sobre todo debido a los deslumbrantes coros que incluye. Puede ser que sea de las canciones que más me agraden junto a “Only the young” o “Jacksonville” de los temas extras de la deluxe edition.
Llegando a los últimos compases de la obra, se nos presenta el single de presentación “Crossfire”. Con un videoclip de lo más controvertido y quizás algo ridículo en su historia, con una Charlize Theron en plan heroína rescatando a Brandon Flowers, que siempre está amenazado y secuestrado por unos extraños ninjas, la canción lleva sonando todo el verano con fuerza, siendo uno de los videos más vistos en portales como youtube. Es una canción sin riesgo alguno, un tema intermedio que suena bien, sin estridencias y que en parte es una maniobra lógica para el tanteo de la gente a la hora de promocionar la obra. No es ni de cerca de las mejores canciones de “Flamingo”, pero tampoco de las peores, aunque a día de hoy, mientras que escucho el disco una y otra vez, es la canción que más desapercibida pasa para mí. Es un ejemplo de un tema pop ligero, que marca una fuerte distancia entre los primerizos Killers y estos pasos iniciales de Flowers por su cuenta y riesgo. Creo que mejoramos en la recta final y aquí sí que discrepo con Julián Ruiz, el cuál ya hizo un análisis muy bueno del disco, al estilo de los que un servidor hace aquí, en su página de “Plásticos Y Decibelios”. Y opino distinto a Julián, ya que creo que “On the floor”, a pesar de su carácter íntimo y poco recargado, tiene una bonita melodía cercana al gospel, y que además constituye una pieza única en su factura dentro de “Flamingo”. El final lo sirve la curiosa y acertada “Swallow it”, a la cual percibo como un “Joyride” mejorado. Tiene un tono irónico en su sonido y Brandon se vale de sus registros vocales más graves para dar forma a esta llevadera pista de cierre de obra. Hasta aquí llega el track list principal de “Flamingo”, pero como suele ser habitual en The Killers, existen varios temas inéditos y descartes, que esta vez sí que han llegado a nuestro país en edición en cd con 4 temas de lo más interesantes. En los discos de The Killers, los añadidos eran exclusivos de ediciones de los mismos para el mercado japonés y ya saben cómo había que hacerse con los mismos. La tradición de The Killers en canciones descartadas maravillosas es amplia y rica tras únicamente 3 discos de estudio. Temas como “The ballad of Michael Vallentine”, “Where the white boys dance” o “Forget about what I said”, por citar unos ejemplos, constituyen auténticas joyas ocultas dentro de la obra de The Killers. Y Brandon en solitario sigue con la tradición ya que en las propinas hay tremendos aciertos. Destacable es “Jacksonville” sobre todas. Ya he mencionado que Brandon tiene voluntad de perfeccionar el estilo que inició en “Joyride” y de los intentos realizados a lo largo del disco, creo que aquí es donde alcanza su mejor resultado. El ritmo del bajo, ciertamente saltarín es muy pegadizo y el estribillo, con ciertos apoyos corales, es bastante bueno melódicamente hablando. Personalmente también me gusta “I came here to get over you”, que tiene esos cambios de ritmo tan sensuales que Brandon se marca en sus composiciones de vez en cuando. “The clock was tickin”, la primera que nos encontramos en el añadido, tiene un toque country gracioso, aunque no aporta nada especial y algo mejor resulta la electrónica empleada en la más oscura “Right behind you” que rubrica las propinas. En algunos casos se puede encontrar la versión “2.0” de “On the floor”, que se diferencia más bien poco de la incluida en el track list principal
“Flamingo” es un buen disco, que va ganando enteros a medida que lo vas escuchando una y otra vez, hasta que pasada la 5ª escucha realmente te das cuenta del excelente trabajo que es. Quizás esté a la altura de “Day & Age”, ya que el último trabajo de The Killers, a pesar de disponer de la universal “Human” o de verdaderas joyas como “Losing touch”, tiene ciertas lacras que le restan nota media al conjunto. “Flamingo” suena compacto y cohesionado, de forma bastante curiosa, ya que la colección de canciones que incluye no suenan igual realmente.
La portada muestra una elegancia sin discusión, con Brandon en cierta actitud decadente (hay 2 versiones dependiendo de la edición deluxe o la normal, estando en la primera sentado en los pies de la cama y en la edición normal de pie con las piernas cruzadas y cabeza agachada delante de la cortina) en una habitación de hotel de estilo clásico, en unos tonos cálidos pictóricos. En parte me recuerda vagamente a ciertas fotografías interiores del libreto de “This Is Hardcore” de Pulp. Como pasó el día de Los Coyotes hace unas semanas, les dejo en el párrafo de revisión del artículo intercalada la portada de la edición normal y a continuación la de la edición especial.
Brandon Flowers ha firmado un más que aceptable debut. Además el cantante ha decidido presentar el disco en sociedad con una gira, que precisamente esta noche llega a Madrid. Sí, iré a ver a mi amigo Brandon a ver qué tal se defiende en solitario en las tablas y si alcanza el nivel de espectáculo que despliega cuando sale a escena con The Killers. El éxito parece estar asegurado, ya que en su día el show estaba previsto celebrarse en Joy Eslava y se ha ampliado aforo para llegar a La Riviera llegando a agotar igualmente las entradas... Lástima que la cosa no haya repuntado tanto como para que el recinto final fuera un Palacio Vistalegre.
No sabremos qué pasara tras esta experiencia de Brandon por su lado. ¿Regresarán The Killers? Yo creo que sí que se reunirán, y es probable que lo que sería su 4º disco de estudio (sin tener en cuenta el recopilatorio de caras b e inéditos “Sawdust” y el directo del Royal Albert Hall) sea un acontecimiento mundial y un brutal éxito a poco que se esmeren en las composiciones y tengan algo de suerte. Pueden comerse sin despeinarse apenas a los Coldplay de Chris Martin, ya que “Day & Age” allanó el camino del mainstream (a la par que hizo que los seguidores indies de los comienzos los satanizaran) y “Flamingo” no hace más que alimentar el ansia de la espera.
Igualmente creo que tras ese supuesto disco y su correspondiente gira y promoción, es probable que The Killers salten por los aires y se desintegren, debido a los supuestos malos rollos que tanto se pregonan por ahí entre Vannucci y Flowers. Y de esa posible ruptura en adelante, Brandon iría por su cuenta y quizás dentro de mucho tiempo se reuniera el grupo para alguna gira puntual, como han hecho recientemente grupos que triunfaron en los 70 y 80.
Dejando de lado estas conjeturas sobre el futuro de The Killers y terminando por esta semana, resumir que “Flamingo” es un disco ciertamente agradable. De escucha fácil en su mayor parte. Se le puede dar un 7,5 sobre 10. La próxima semana les dejaré las impresiones de su escucha en directo y la crónica de lo que su autor nos ofrecerá esta noche en su concierto. “Flamingo”, en definitiva, es un buen entretenimiento mientras esperemos el próximo trabajo de The Killers.