Un tren de mantenimiento de la compañía Supervía fue secuestrado por un grupo de delincuentes. El tren se encontraba sin pasajeros pero tenía dos empleados a bordo quienes fueron tomados como rehenes.
El grupo, con más de diez hombres armados sometió a dos conductores que hacían mantenimiento a la red en la estación de Jacarezinho. Según Supervia, los bandidos invadieron la red ferroviaria local y obligaron a los dos empleados a tomar el tren hacia la región de Manguinhos. Allí se bajaron los criminales y los empleados fueron liberados para recibir apoyo psicológico.
Supervia informó que “los conductores fueron a Central do Brasil y serán asistidos psicológicamente”. El Grupo de Vigilancia Ferroviaria (GPFer) fue convocado para conocer el hecho.
Según el Primer Ministro, las comunidades vecinas de Mandela y Manguinhos también son blanco de la acción policial. Policías do Choque y Bope (Batallón de Operaciones Especiales) operan en la región con vehículos blindados. Debido al enfrentamiento en la región, las calles Dom Hélder Câmara y Leopoldo Bulhões fueron cerradas por razones de seguridad.
Los trenes Supervia también detuvieron la circulación en el sitio antes, pero la situación se normalizó a las 10:05. Imágenes del helicóptero de TV Globo mostraron el intenso movimiento policial en la región y la colocación de barricadas para dificultar la acción policial. Aún no hay información sobre presos y heridos en la acción.