Brasyl (2007) es una novela de ciencia ficción, con algunos rasgos de post-cyberpunk, novela de intrigas y experimentos cuánticos, escrita por el escritor irlandés Ian McDonald.
McDonald es autor de otras obras tales como Desolation Road, River of gods, The dervish wife, Chaga, Ares Express, Cyberabad days, entre otros.
En la novela se entrelazan tres diferentes narrativas, que se intersectan gracias a la naturaleza de la trama.
En el Brasil del siglo XVIII recién colonizado por Portugal, el sacerdote jesuita Luis Quinn es enviado para acompañar al naturalista francés Robert Falcon, con el fin de ayudarlo a realizar unas mediciones que servirán para calcular las dimensiones de la Tierra, pero secretamente es enviado a vigilarlo, pues la curia portuguesa sospecha que es un espía.
Ademas de esto, al padre Quinn se le encarga hallar al Padre Diego Gonçalves, pues está sobrepasando sus facultades y se encuentra creando un imperio personal dentro de la selva amazónica.
Esta línea argumental es muy reminisciente a El corazón de la oscuridad, de Joseph Conrad.
En el año 2006, la ambiciosa e inescrupulosa productora de reality shows basura, Marcelina Hoffman, se obsesiona en crear un programa en donde se ponga en juicio al portero de la selección brasileña de 1950, Moaçir Barbosa, al cual se le culpó del famoso maracanazo.
La desenfrenada vida de Marcelina es puesta de cabeza por una doppelgänger suya, que está empeñada en destruirla.
Mientras que en el Brasil de 2032 el entrepreneur malandro, Edson Jesus Oliveira de Freitas se involucra sentimentalmente con una bella y peligrosa Quantumista llamada Fia Kishida. Y después de algunos truculentos eventos, aparece una segunda Fia Kishida, como recién salida de otra dimensión.... literalmente.
El ritmo imprimido por McDonald es increíblemente intenso, cinematográfico y logra retratar un país tan dinámico y contrastante como lo es el gigante latinoamericano.
De todos los personajes, son el padre Quinn y el naturalista Falcon los más carismáticos, y su lucha se siente desesperada y sincera.
El McGuffin de usar la teoría cuántica para abrir portales a universos paralelos le funciona bien a McDonald, y aunque a veces se escucha muy didáctico, muchas otras se escucha poético y analiza cosas interesantes como el libre albedrío y la predestinación.
Me gusto mucho el estilo de McDonald, intentaré leer más novelas de él en el futuro. Recomendado por su calidad literaria, su explosividad de ideas científicas y por que logra mantener la atención del lector en toda la extensión de la novela.