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Breaking Bad Este verano me he puesto las pilas para intentar...

Publicado el 19 agosto 2011 por Maryad4 @mariaplanet
Breaking Bad
Este verano me he puesto las pilas para intentar...

Breaking Bad

Este verano me he puesto las pilas para intentar ver la mayoría de series que tengo pendientes y la primera en caer ha sido Breaking Bad. Sinceramente, mis ganas de empezarla eran pocas dado el plot que había leído: un hombre con cáncer de pulmón decide montar un laboratorio de metanfetamina con un antiguo estudiante y así poder dejar una gran suma de dinero a su familia. Me sonó tan deprimente que siempre la iba dejando pasar por muchas recomendaciones que me hicieran…hasta que leí Teleshakespeare (libro del que pronto os hablaré - lleno de spoilers, por cierto). En resumen, que en menos de un mes me he visto las tres temporadas y media que lleva emitidas y me encanta.

Lo que más me llamaba la atención de la serie era su protagonista Walter White, interpretado por Bryan Cranston, el cual siempre me ha parecido un gran actor. Afortunadamente, no falla y hace su papel a la perfección: a un profesor de química, casado con una mujer que personalmente me pone de los nervios de lo sobreprotectora y controladora que es, un hijo nacido con parálisis cerebral y una hija en camino, le es diagnosticado un cáncer pulmonar terminal.

La angustia del saber que vas a morir sin dejarle nada a tu familia para que pueda seguir adelante y la frustración de tener problemas económicos aun siendo un pluriempleado en dos trabajos que están muy por debajo de tu capacidad, hacen que Walter White se plantee entrar en el maravilloso mundo de las drogas.

Lo que lo hace definitivo es su reencuentro con un exalumno, Jesse Pinkman (Aaron Paul), que escapa de una redada que realiza la DEA. Porque sí, para más complicación, el cuñado de Walter trabaja en la DEA y se lo lleva en coche para que vea una (a petición del enfermo, todo hay que decirlo). Una vez localiza al chico, Walter le propone una asociación en la que él fabrica la metanfetamina y Pinkman la distribuye.

¿Pero quién le dijo a Walter White que vender droga, encima la metanfetamina más pura del mercado, iba a ser coser y cantar? La ambición del hombre por conseguir más dinero dado que no sabe cuánto tiempo le queda de vida, le lleva a querer hacer negocios con los grandes distribuidores de la zona, cada cual más peligroso y loco (y lo digo en plural porque van muriendo todos).

Y este es básicamente el origen de Heisenberg, el fabricante del cristal más puro. La verdad es que me costó empezarla pero es una maravilla, y regala grandes episodios y escenas, como cuando se quedan atrapados en mitad del desierto casi todo un capítulo, el momento de la “tortuga”, el episodio “The fly”, o el final de la tercera temporada, por poner algunos ejemplos.

Es una serie que busca impacto emocional y lo encuentra: tomar la decisión de no mover un dedo cuando una chica está muriendo ahogada en su propio vómito por beneficio propio es algo que deja sin habla a cualquiera. 

En definitiva, se ha convertido en una serie obligatoria para mí y espero que si sois de los que dudaban entre verla o pasar de ella, no os lo penséis más y le déis una oportunidad porque vale la pena.

Lo último? Ha sido renovada para 16 episodios más que pueden ser divididos en dos temporadas (o probablemente harán una última más larga de lo normal). Es una pena, pero al mismo tiempo es lo mejor, antes de que empiecen con líneas argumentales innecesarias que deterioren la calidad de la serie.


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