Breivik condenado a 21 años

Anders Breivik, asesinó a más de 77 personas en Noruega en los ataques terroristas de 2011 

Breivik, el asesino que sembró el terror en Noruega en Julio de 2011 al colocar una bomba en el centro de Noruega y simultáneamente disparar contra una convención de jóvenes del Partido Laborista de éste país uniformado como miembro de la policía.  De esta forma logró engañar a sus víctimas fingiendo que estaba por evacuarlas.
La juez que conoció este caso desestimó el primer informe forense que declaraba a Breivik como un enfermo mental.  Para la juez que estudió el caso, Breivik quien profesa una ideología, de extrema derecha y defendió durante todo el juicio la legitimidad de sus actos como parte de su lucha contra el multiculturalismo y la islamización de Europa; era consciente de sus actos.
En ese sentido, los rasgos narcisistas y las afirmaciones de pertenecer a una organización denominada por Breivik como la 'Red de Caballeros Templarios' al parecer inexistente deben entenderse como conductas que buscaban la legitimación de su discurso y de lo que él considera es su misión en el mundo.
Aunque Breivik ha sido condenado a 21 años, la condena según la legislación Noruega, dicho plazo podrá ser prorrogado en caso de encontrarse que Breivik sigue siendo un peligro para la sociedad.
Breivik ha reaccionado mostrándose satisfecho con la condena.  Se había opuesto vehemente durante su juicio a que fuera considerado como un enfermo mental y tras la lectura del fallo lamentó no haber podido asesinar a más personas.
El caso Breivik es sólo un ejemplo más de la amenaza permanente que los fundamentalismo de extrema derecha e izquierda así como los fanatismos religiosos a las sociedades modernas.  La respuesta a estas amenazas no es siempre fácil, la sociedad puede actuar bajo el miedo y permitir que se disminuyan sus libertades en nombre de la seguridad contra éste tipo de actos en cuyo caso, los pilares de la democracia tambalean.
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