Diariamente tengo contacto con personas que se sienten ligadas de alguna manera a las comunidades de seductores que hay establecidas en distintos lugares del globo… Y me resulta muy curioso comprobar un rasgo común en parte de estas personas.
Me dicen muy a menudo que yo, en condición de “seductor natural”, ni quiero ni sé transmitir las claves de mi éxito social y sentimental… Por no construir métodos. Que no doy… ¿Qué?
Las famosas actitudes, herramientas y técnicas que se supone que son las que consiguen por mí un relativo éxito a ojos externos… Del cual mi personalidad, y mi desparpajo al demostrarla abiertamente, tienen toda la culpa.
Puede ser muy satisfactorio para mí el verme apreciado por la gente que me rodea, el tener contacto más íntimo de lo habitual con las personas que hay en mi vida…
Y por eso mismo, es por lo que considero importante aclarar de dónde procede todo este bienestar personal y aprecio que recibo. Comenzaré con una cita ilustrativa:
“Los seductores inexpertos se sirven de recursos desleales, pero… ¿Qué es lo que consiguen? […] No les envidio sus goces. Un hombre de ese tipo es siempre un incapaz, y no deseo que puedan tildarme de impotencia.”
Así habló Søren Kierkegaard, el padre del Existencialismo, ya en el s.XIX …
Este artículo puede llevarte más de diez (10) minutos de lectura, aproximadamente. Sugiero que te acomodes y relajes tu mente en la medida de lo posible. Procede cuando gustes.
Momento de reflexión para cada uno: ¿qué es lo desleal al hablar de relaciones?
Esta es mi propia definición al respecto:
- Todo aquello que sirve para marear y dar una imagen distorsionada de uno mismo.
¿Por qué rechazo los mareos y las distorsiones?
Es muy sencillo, así que permíteme explicarme… Un verdadero seductor cuenta con su propio poder, que se ve magnificado por el don de la oportunidad, y también por una auténtica presencia en las situaciones que vive. Con esto, lo que quiero decir es que, lejos de llenar la vida de alardes o farsas; un seductor la llena de aprendizaje e intercambio.
De crecimiento en ambas direcciones.
Una cosa que, como todos sabremos a esta altura, solamente es posible si nos aceptamos a nosotros mismos, nos expresamos abiertamente, y no nos dejamos llevar por cuestiones alejadas de un intenso realismo. En este sentido, se puede considerar expertos a quienes no dudan un instante en poner su verdadera identidad por delante de su afán por impresionar…
Y se dejan amar, y son realmente amados, por atreverse a mostrar al mundo quiénes son.
Sin hacer ningún esfuerzo especial por conseguirlo.
Un grado más de maestría ocurre cuando, además de no esconderse o vestir máscaras y evitar marear a los demás; el aludido o aludida es capaz de escuchar y aceptar realmente a sus compañías… Del mismo modo que él o ella quiere ser aceptado/a: por ser quien son, sin medias tintas. Sin tener que intentar dar la talla para nadie.
Y pueden apreciarlos realmente, sin rechazarlos por sus debilidades y fallos.
Aceptando sus partes buenas y malas por igual.
El doctorado se consigue cuando se abre el marco del pensamiento y se sale a observar el mundo real, como nos diría Platón con el mito de la caverna… Decidiendo así aprender sobre la vida en general y sobre experiencias dignas de ser compartidas; en vez de centrarse en buscar la manera más rápida y eficaz para establecer a la fuerza un vínculo que aparece por sí mismo (de manera totalmente natural) si se dan tres condiciones:
- Tener una identidad y una sexualidad sanas, relacionadas entre sí (autoconocimiento).
- Vivir la vida sin separar los momentos de los pensamientos y sentimientos que los acompañan.
- Ser capaz de mostrar aquello que verdaderamente nos mueve al mundo (hablando y etc.).
Suena complicado, y encima lo llamas “doctorado”… ¿Son necesarios años y años de investigaciones y trabajo para llegar hasta este punto?
Es posible que sí, y también es posible que tardes muchísimo menos.
Yo mismo he estado aproximadamente nueve años (hasta febrero de 2013) acumulando experiencias a propósito y obteniendo conocimiento de ellas; hasta que he dado con la conclusión que me ha hecho escribir esto hoy… Creo que mi evolución en este aspecto ha quedado patente y a la vista de cualquiera que se moleste en revisar mis aportes.
Ahora bien… No te voy a mentir. Parte de esto es instinto, y parte es crecimiento personal.
Villa d’Este: view from terrace (Photo credit: Penn State Libraries Pictures Collection)Quiero decir algo muy claro con todo este discurso… En estos nueve años que menciono; no he dedicado ni uno a disfrazarme de otro que no soy yo.
Habré puesto en práctica un centenar de consejos destinados a eso mismo, y descartados con la misma rapidez que surgió la sensación de incongruencia y artificio. Conocí buenos consejeros, y también buenos vendedores, aunque pocas veces coincidieron ambas facetas en una misma persona.
Me negué a dejar de lado mi esencia… Y todo porque pienso lo mismo que tú (estoy seguro).
¿Es demasiado pedir que me aprecien por ser quien soy?
En mi propia experiencia y la de aquellos a los que hasta hoy he ayudado… No.
Es perfectamente posible.
Es más sencillo y relajado.
Es más profundo y agradable.
Es duradero.
Lo que ocurre es que para mucha gente no pinta la cosa tan bien, al no ver que les prometan ninguna clase de resultados. Nada inmediato, nada que te engrandezca a ojos de alguien o que te haga ganar en términos vanos como “estatus” y “valor”, entre otros…
Este camino es el camino más largo: el de toda una vida.
¿Qué clase de vida?, preguntarán muchos. Respondo encantado:
Una que merezca la pena vivirla, pero no de cualquier forma… Sino vivirla bien.
Aunque… ¿No es demasiado abstracto? Yo diría que no, y me explico. Si tú pudieras…
- Vivir la vida que realmente te gustaría vivir, como le gusta a tu conciencia profunda…
- Compartir tus gustos y no dejarte llevar por la moda del momento si no la compartes…
- Alcanzar propósitos en sintonía con tus deseos y con lo que te atrae en el mundo…
- Relacionarte con las personas que mejor sintonizan contigo y conectar profundamente…
- Ser una persona realmente valiosa y enriquecedora para los tuyos; digna de tener al lado…
Si tú pudieras lograr eso… ¿Escogerías llevar otro tipo de vida?
¿Qué te estoy invitando a hacer? Lo que yo mismo hice…
- Vivir la vida sencillamente como es, sin inventar justificaciones a lo que ocurre.
- Interesarte por las personas que tienes a tu alrededor, y dejar que se interesen por ti.
- Compartir tus pasiones abiertamente con todos, y aún más importante que eso, encontrarlas.
- Animarte a probar aquellas experiencias transformadoras que el mundo pone a tu alcance naturalmente: coaching, danza, teatro, artes marciales y otros tipos de artes, terapias de movimiento y de autoexpresión… Entre otras opciones.
- Date permiso para cometer errores y cosechar aciertos. Las dos cosas son importantes.
- Practica el existencialismo a lo Kierkegaard: examina intensamente tu vida individual.
Estos son los consejos que, en líneas generales, te puedo dar para que experimentes los mismos sucesos, te abras a procesos parecidos a los que yo pude conocer, y camines por senderos muy semejantes a los que yo recorrí…
Sin hacer mención a los caminos que hoy trazo para ahorrar a las personas el sufrimiento de dar vueltas en círculos y recorrer las sendas más tortuosas sin necesidad de hacerlo (o por voluntad y para diversión de alguna persona que se beneficie de que la miseria ajena perdure).
Tengo claro que prefiero ayudar realmente a las personas y que sigan acudiendo a mí si lo que hago les gusta y les beneficia, antes que mantener sus problemas eternamente sin resolver; y dar una de cal y otra de arena con soluciones que por un lado arreglan lo que sea y por el otro estropean algo más.
No quiero cambiar “algo malo/equivocado” por “algo menos malo/equivocado”.
Quiero que lo que yo he visto y comprobado que se puede lograr en poco más de un trimestre, lo puedas lograr tú en ese tiempo o incluso antes. Por supuesto, un fin de semana no me parece suficiente… Por eso los programas que yo ofrezco no bajan de un mes de duración.
Los talleres que convoco, sin embargo, son otra cuestión. Se realizan en un momento dado del fin de semana, y se proporciona un seguimiento para todo un mes natural (unos 30 días).
Te preguntaras qué se hace, quizás… Así que te anticipo un poco.
Hasta ahora ha pasado un poco de todo, desde ataques de risa (y eso que no sé de risoterapia) hasta trabajo emocional intenso, pasando por técnicas de relajación y autoexploración… Y no faltando las de expresión honesta y abierta del mundo interior de cada uno.
Siendo consciente de la importancia de conectar bien para estas situaciones e intercambios, ofrezco sesiones exploratorias gratuitas antes de invitar a nadie a participar en ninguna de estas actividades. Dichas sesiones pueden llevarse a cabo personalmente o por vía telemática.
¿La principal ventaja de esto? Estoy orientado al servicio y no a las ventas, por lo cual…
- Si tú consideras que no conectamos, está bien… No te acosaré para que me compres.
- Si soy yo el que lo considera, te lo diré tal cual y trataré de ofrecerte mejores opciones.
- En cualquier caso, si lo deseas realmente, no te cerraré la puerta a participar.
Así que si te despierta algún interés… Tal vez te agrade saber que estamos preparando el próximo taller para abril de 2013, de manera que podamos contar con todos los actuales participantes y con nuevos acompañantes que deseen unirse a la aventura.
Y de paso, reinventar el servicio añadiendo aquello que nos indiquéis en la vista previa.
Solamente me resta decir que tengas cuidado con lo que preguntas, porque podrías conseguirlo. ¿En qué deseas evolucionar? ¡Hagámoslo juntos!
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Kheldar
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