El cineasta y escritor Fernando Cámara siempre ha oscilado entre el terror y el género negro. En 1997 debutó con la película Memorias del ángel caído, siendo nominado al Goya a la mejor dirección novel. Después llegarían más películas, como Trastorno (2006), o las tv movies El caso Wanninkhof (2008) o El crimen de los Marqueses de Urquijo (2009).
Pero como más disfruta Fernando Cámara es fabulando ante el
papel en blanco. Con su primera novela, NecróParis (NGC ficción!, 2010) fue
finalista de varios premios, y con su segunda novela, Con todo el odio de
nuestro corazón (Rey Lear, 2013) ha ganado el XVI Premio de novela Francisco
García Pavón.
Fernando Cámara: El camino lo traza la triste realidad que se nos impone cada día como el mejor cuento de terror posible. Hoy por hoy, se me hace difícil inventar miedos paranormales con las agresiones sociales que nos circundan y que crecen día a día.
Prótesis: Pero tus personajes siguen estando perfectamente asumidos. Ciudadanos cada vez más enajenados, cuyas ilusiones, planes y propósitos parecen poco más que espejismos.
Fernando Cámara: Sí, no dejan de ser seres con una notable distorsión de la realidad, lo que les permite, en esa enajenación que comentas, perpetrar en equipo un plan inconcebible para ciudadanos que estén simplemente quemados. Y aunque tú dices espejismos, a lo largo de la historia de la humanidad, muchos planes elaborados de esta forma, desde el estómago más revuelto, han triunfado.
Prótesis: Ante el empobrecimiento generalizado que todos padecemos, ¿piensas que hay más alternativas aparte del cabreo? Puestos a fabular, ¿cómo te gustaría que reaccionara la gente después de leer Con todo el odio de nuestro corazón?
Fernando Cámara: Pues me gustaría que llegaran a la misma conclusión a la que llegué yo a través de los propios personajes, que pasaron de ser Justicieros, Harrys Sucios y demás Vengadores, a reconvertirse en gente sencilla que necesitaba seguir respirando para sobrevivir. Pero es difícil renacer cuando das ciertos pasos en la vida.
Aparte del cabreo, o del odio infinito, creo que hay algo de positivo en estos viajes hacia cero que nos impone la sociedad. Aunque todo tiene un límite. Y para evitar odios y ensañamientos, creo que se impone hablarle a los niños con la mayor limpieza de alma que nos sea posible. Y quizá así, puestos a soñar...
El autor entre ahijados e hijos. ¿Futuros utópícos?
Prótesis: ¿Escribirás más novelas negras? ¿Qué tipo de historias de rondan?
Fernando Cámara: En realidad, creo que nunca he dejado de escribir y dirigir historias negras. El marco es muy ancho, como vosotros mismos me habéis enseñado a ver.
En cuanto a historias que me rondan, infinitas, como siempre, pero sobre todo quiero ponerme ya en marcha con esa novela que me prometí y que toca el tema de la edad, la pérdida de los seres queridos, el sexo en grupo, los misterios marinos, los hijos, el sentido de la vida, el terror teleológico, la paternidad, la amistad, la zoofilia... En fin, todas esas cosillas de la vida. Y lo más alucinante de todo, es que lo digo en serio.
Con todo el odio
Rey Lear, 2013
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