No nos vamos a ir tan atrás como a la Edad de Piedra pero si podemos decir que la parte Este de Turquía comprende lo que en la antigüedad fue el Norte de Mesopotamia, la conocida como “cuna de la civilización”, ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates, donde se encuentran varios de los primeros asentamientos humanos de los que se tiene constancia.
Pero no nos vamos a ir tan atrás en el tiempo, de hecho avanzaremos varios cientos de años hasta el Imperio de los Hititas, entre los siglos XVII y XII a.C.
Máxima expansión Hitita en rojo claro
¿Quiénes eran los Hititas y dónde estaban? Vamos a verlo…
Tuvo su capital e Hattusa, en Anatolia, y lograron abarcar varias ciudades estados muy diferentes entre ellas logrando una gran capacidad militar y administrativa de la región, tanto así que al Imperio de los Hititas se le consideraba como una de las tres grandes potencias de Oriente Próximo, junto a Babilonia y Egipto. Los Hititas también fueron de los primeros en utilizar armas de hierro, más resistentes que las de sus enemigos.
Dentro del Imperio Hitita hubieron muchas tramas y disputas por el poder así como varios territorios en su interior que peleaban entre ellos por el control total. De esta forma los hititas no sólo tenían que preocuparse por sus enemigos exteriores sino que, como se suele decir, casi que tenían al enemigo en casa. Aún así llegaron incluso a luchar contra Ramsés II y el Imperio Egipcio en la Batalla de Qadesh, batalla en la que ninguno resultó ganador y a la que se considera como la batalla donde participaron mayor número de carros, entre 5.000 y 6.000 de ambos bandos. En aquella época era normal el entregar a algunas de las hijas del rey como concubinas del rey enemigo para sellar así alianzas entre reinos, está vez no fue diferente aunque si hubo mucha diplomacia entre los dos imperios que llevó a que el Rey Hitita Hattusili III y Ramsés II firmarán lo que se conoce como el Tratado de Qadesh, el Tratado de Paz más antiguo que se conserva y que se expone en el Museo Arqueológico de Estambul.
Como pueden ver en el mapa de antes, en su máxima expansión, el Imperio Hitita no dominaban toda la Península de Anatolia, por lo que unos pueblos llamados por los Egipcios como “Pueblos del Mar” procedentes del Mediterráneo entre los que se encontraban los Dorios, los Tracios y los Libios, fueran tomando la zona. De hecho, desde el año 1.200 A.C. toda la costa este de Anatolia había sido poco a poco tomada por pueblos de influencia griega.
Entre estos Tracios se cree que estaban los Frigios que acabaron con el Imperio Hitita y establecieron su reino hasta el siglo VII a.C.
En ese siglo, VII a.C., las incursiones de los Cimerios acabaron con el reinado de los Frigios.
En este momento vamos a parar un momento y vamos a ver como está la situación en el mapa, por una lado estarían los Cimerios, por otro el Imperio Asirio que se había convertido en una superpotencia, y por el este quedaban unas pequeñas regiones entre las que destacaban Lidia, Licia, Caria y Jonia.
Si se dan cuenta todavía estamos en el siglo VII a.C. y mirad todos los pueblos que han dejado su impronta en estos territorios, lo que viene ahora nos es más conocido y se pone más interesante.
Estamos en un momento en el que el Imperio Asirio lanzaba continuos ataques a sus vecinos en todas direcciones saqueando y matando a quien no lograba escapar pero esto provocó un efecto contrario a sus intereses. Con el tiempo el propio Imperio Asirio se fue debilitando por las bajas sufridas en sus filas en estas pequeñas guerras que emprendía contra sus vecinos que se aliaron y pusieron fin a su dominio.
La situación ahora es la siguiente: Por un lado tenemos a Egipto, por otro a los Babilonios, en la Península de Anatolia varias ciudades estados de influencias griegas y el Gran Imperio Medio o Media. Dentro de este vasto Imperio Medo estaban los Persas, una tribu bajo el yugo de los medos al sur de Irán pero que conservaba cierto autogobierno.
En el año 559 a.C. es nombrado rey Ciro II de la Dinastía Aqueménida, de Persia, y se sublevó contra los Medos haciéndolos súbditos a ellos ahora. Después inició campañas militares que acabaron con la anexión de Lidia, Babilonia. Su sucesor se hizo también con el control de Egipto.
El panorama está ahora así en la región de Anatolia con el Imperio Persa entre los siglos VI y V a.C.
Ahora es cuando aparece la figura de Alejandro Magno en el 334 a.C. y comienza la reconquista de las ciudades griegas perdidas a manos de los persas de la costa del Egeo. Después sigue expulsando al Imperio Persa de Anatolia hasta destruirlo totalmente y hacerse con uno de los imperios más grandes que ha conocido la humanidad.
A su muerte su imperio se dividió entre sus generales y la región de Anatolia se dividió en pequeños estados helenísticos entre los que estaban Pérgamo, Capadocia y Galacia entre otros, y tras varias disputas surge lo que se conoce como el Imperio Seléucida, pero no duró mucho ya que en el siglo I a.C. el Imperio Romano conquistó toda la región sin apenas mucha resistencia.
Durante el siglo I a.C. y el siglo II d.C. la zona tuvo un largo periodo de paz bajo el dominio de 5 grandes emperadores: Nerva, Trajano, Adriano, Antonio Pío y Marco Aurelio con Lucío Vero. En este período de prosperidad los romanos dotaron a las provincias de acueductos y canalizaciones de aguas residuales, teatros, salas de reunión, estadios y gimnasios para las actividades deportivas. Uno de los grandes benefactores de estas obras fue Adriano y en su visita a muchas de estas provincias todavía se pueden ver Arcos Conmemorativos en su honor.
En este momento sucede un hecho importante que cambiará la historia del mundo, el nacimiento de Cristo y con él el inicio del cristianismo. Las primeras comunidades cristianas fueron fundadas en Anatolia casi en la clandestinidad por el conflicto con los romanos al no reconocer hacer sacrificios a su emperador. El artífice más importante de esta expansión fue San Pablo de Tarso, un personaje muy interesante en la historia de esta religión y del que hablaremos en otra ocasión con más detalle.
En el año 324 d.C. el Emperador Constantino se convierte al cristianismo y lo hace religión oficial del Imperio Romano, a la vez que traslada la capital de Roma a Bizancio (Estambul) y le cambia el nombre por Constantinopla. Su sucesor, el Emperador Teodosio, divide el Imperio Romano entre sus dos hijos, es en este punto cuando al Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla se le empieza a conocer como el Imperio Bizantino a la vez que comienza el declive del Imperio Romano de Occidente con capital en Roma.
El punto de mayor esplendor del Imperio Bizantino fue durante los años 527-565 d.C. bajo el Emperador Justiniano y es en este periodo cuando algunas de las mayores construcciones fueron levantadas en Constantinopla (Estambul).
En este momento … ¿Quién aparece? Pues por fin aparecen los turcos y … ¿Quiénes eran los turcos y de dónde provienen? Vamos a verlo ahora… 😉
Los turcos eran un grupo de pueblos nómadas de Asia Central conocidas como “turcomanos”. Estas tribús estaban en continua disputa con los Chinos y los Mongoles así que al final se expandieron hacia Rusia, India, China y una de ellas, hacia Anatolia. Uno de estos grupos, los “Selyúcidas” avanzaron hacia el este e invadieron Persia y gobernaron gran parte del mundo islámico desde 1055 hasta 1156 d.C., el llamado Sultanato de la Dinastía Selyúcida. 🙂
Los Selyúcidas hicieron retroceder las fronteras del Imperio Bizantino pero no estaban especialmente interesados en Anatolia por lo que dieron lugar en la región a la formación de una serie de Estados Turcos Islámicos. El más importante de éstos fue el Sultanato de Rum. En esta época llegan los “Cruzados” con la intención de recuperar “Tierra Santa” fundando a su paso el Principado de Antioquía y el Condado de Edesa. Los Selyúcidas trasladan su capital a Konya y allí se hacen fuertes y consiguen resistir a los cruzados convirtiéndose en el Estado más poderoso de Anatolia.
En 1243 las fuerzas mongolas derrotaron a los selyúcidas y los sultanes pasaron a ser meros vasallos hasta 1335, cuando los turcomanos rebeldes formaron los Estados “Beylik” (principados).
En estas nuevas batallas el que se impuso fue el emirato de Ertugrul y su hijo, Osman, fundó la dinastía de los Otomanos creándo así otro de los imperios más grande conocidos y acabando con el vasallaje hacia los mongoles.
En el año 1453 d.C. los Otomanos conquistaron Constantinopla, poniendo fin al Imperio Bizantino. En este momento le cambiaron el nombre por el de Estambul y pasó a ser la capital del Imperio Otomano. Este hecho histórico de la caída de Constantinopla es tomado como el fin de la Edad Media.
A partir de aquí el Imperio Otomano no hizo más que expandirse hasta que perdió gran parte de sus posesiones entre 1912 y 1913 en la Guerra de los Balcanes. Debilitado, se vió envuelto en la I Guerra Mundial del lado de Alemania y del Imperio Austro-Húngaro. Al fin de la guerra, Anatolia era lo único que quedaba del gran Imperio Otomano. Potencias europeas habían ocupado Estambul, Antakya, Ízmir y Antalya pero tras una guerra por la independencia consiguieron que Turquía decidiera su propio destino.
En este punto es donde aparece la figura de Mustafá Kemal como líder de este nuevo estado y fue conocido como Atatürk, que significa “padre de los turcos”.
Atatür hizo numerosos cambios en el país con el fin de modernizarlo y equipararlo a los países europeos. Entre sus reformas está la de tomar el alfabeto latino y creó la nueva lengua turca, se cambió la forma de vestir, se abolieron los colegios y tribunales religiosos y se reconoció un Estado Secular apoyado por una Constitución Civil. A día de hoy, en Turquía, se le sigue considerando como el padre de la patria.
El 1 de Noviembre de 1922, el recién fundado Parlamento abolió oficialmente el Sultanato, poniendo fin a 623 años de dominio Otomano y,al año siguiente, trasladando oficialmente la capital de la nueva República de Turquía a la ciudad de Ankara. A su vez, Turquía se dividió en regiones diferenciadas culturalmente muy reconocibles y diferentes unas de otras.
Y hemos por fin llegado al final… Sí, ya se que ha sido largo… Pero que Turquía tiene tanta historia que aún siendo breve es extensa, pero espero que les haya gustado porque haremos referencia a esta historia en función de las cosas que visitemos para tener una visión más completa. 😉
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