Breve historia del arte del teñido de telas.

Desde la Civilización Mesopotámica hasta nuestros días el proceso de tintado de fibras naturales no ha sufrido cambio alguno, salvo los aportados por las distintas civilizaciones que han ido aportando distintas sustancias y técnicas para mejorar el arte del teñido. Como sucede con el resto de artesanías el proceso de teñido sigue siendo manual sin uso de maquinaria alguna; claro está, estamos hablando del proceso artesano.

Antes de comenzar con el teñido propiamente dicho, se necesitan una serie de trabajos previos que de por sí, ya necesitan un proceso de elaboración, estos son la preparación y lavado de fibras, el mordentado y la preparación del tinte. En este artículo haremos un breve resumen de esta artesanía para que nos hagamos una idea de cuál es su historia, en siguientes artículos iremos tratando los trabajos previos al tintado.

Sobre los aportes que han hecho antiguas civilizaciones, seguidamente enumeramos algunas de ellas:

Mesopotamia, teñía su lana con un tinte que obtenía de un insecto llamado kermes.
Los Fenicios utilizaban distintas especies de moluscos para obtener tintes púrpura, carmesí y violeta.
Los Chinos, extraían tintes de plantas y cortezas vegetales, el azafrán para el rojo, el índigo para el azul y la shora japónica de la que se extraía el amarillo.
Las culturas indígenas americanas aportaron una gran calidad cromática con aportes de tintes de extracción mineral, vegetal y animal, siendo uno de los más conocidos el obtenido de la cochinilla que da color grana y carmín a lana y seda.
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Desde la antigüedad y en todas las civilizaciones el teñido de telas ha sido motivo para la distinción de las clases sociales, en China el uso de la seda estaba limitado a la realeza, en Roma el púrpura era símbolo de poder y riqueza, en Grecia eran los espartanos los destinatarios de las prendas tintadas en color rojo, también utilizado en las ceremonias religiosas, en la cultura Inca y dada su gran riqueza cromática el uso de los colores estaba destinado a los diversos linajes sociales no pudiendo usar determinados colores dependiendo de su condición noble.

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Con el inicio del siglo XX y la aparición de los tintes sintéticos la historia del tinte natural queda relegada a los libros y a los artesanos que siguen utilizando este arte para conseguir dar colores inigualables a nobles tejidos.