Instrumento imprescindible hoy en día para gran parte de la humanidad, el bolígrafo es un invento relativamente reciente. Tal y como lo conocemos actualmente, el bolígrafo tiene muchos padres. Sus predecesoras fueron, claramente, la pluma y la estilográfica. Sin embargo, la primera patente de la que hay constancia data de 1888, presentada por el norteamericano John Loud. El invento de Loud, efectivamente se parecía bastante a un bolígrafo actual, pero sólo en cuanto a la fisonomía porque, en realidad, era un objeto para marcar el cuero.
Dos décadas después, en 1906, surgió el segundo padre del bolígrafo: Slavoljub Eduard Penkala. Esta vez Penkala había ingeniado un instrumento que se asemejaba considerablemente a lo que conocemos por portaminas. Habría que esperar hasta el año 1943 para que apareciese por primera vez el bolígrafo tal y como lo concebimos hoy día. El invento se le atribuye al periodista húngaro Laszlo Biro.Biro se horrorizaba al ver como, cuando pasaba algún tiempo sin escribir, la tinta de su pluma se secaba. Así, la luz se le encendió un día en que se hallaba en una imprenta, donde pudo observar cómo los colores que allí se empleaban se secaban rápidamente y, además, nunca ensuciaban. Biro desarrolló el primer bolígrafoinspirándose en este mecanismo. El primer bolígrafo empleaba tinta espesa que repartía sobre la hoja de papel ayudada por una pequeña bola que rotaba (similar a un cilindro de impresión).Ante las dificultades para encontrar una tinta adecuada, el periodista acudió a su hermano químico y juntos crearon una tinta que no se secaba en el tanque, sino en el papel. Ese chorro de tinta que tantísimos quebraderos de cabeza había causado a sus precursores, lo solucionaron con ayuda de una construcción capilar, por la cual la tinta desciende por un estrecho tubo hacia la bolita solamente cuando se ejerce presión sobre ésta. De este modo, evitaban que la tinta embadurnase todo.Foto vía Gabito Grupos