Luego de leer la respuesta de Daniel Pardo a la renuncia que publicó el profesor Camilo Jiménez, me permití publicar un comentario en Kienyke:
Buena idea esa de echarle la culpa… al ‘sofá’…. Además de falta de tiempo, los argumentos del profesor Camilo se parecen mucho a los míos cuando decidí dejar la Academia luego de 13 años en las aulas, de manera paralela a mis otras tareas. Extraño a la Academia, pero no extraño la mediocridad que vi en muchos. Di las clases que yo hubiese querido ver y no las que me eran más fáciles. A muchos colegas profesores les vi la ausencia de la pasión y para mucho estudiantes, la curiosidad era una extraña sospechosa en lugar de una compañera imprescindible. Otra cosa, el género de la opinión es muy distinto al periodismo en el que además de las buenas formas de redacción, emergen otros valores insustituibles. Saludos, @Solano