Revista Opinión

Breve teoría sobre aparcamientos

Publicado el 28 julio 2011 por Miguelmerino

Después de escribir una breve teoría económica y no ser lapidado en la plaza pública, a uno no le queda más remedio que venirse arriba y reincidir. Sin reincidencia, el delito es menos delito y uno aspira a delinquir con clase y sin atenuantes vergonzantes, perdonen la cacofonía pareada. Y una vez hecha esta aclaración que nadie pide, ni a nadie le importa y precisamente por ello la hago, paso al tema de los aparcamientos. 

En realidad se trata de una comparación entre las distintas forma de relaciones sociales y las distintas posibilidades de aparcamiento. Excluyo las relaciones de pareja, por dos motivos principales: porque quiero y porque me quiero. Y yo me entiendo y quien me lea también. Por lo tanto, sólo, perdón, solo, según la nueva gramática (con el trabajo que me costó aprender cuando llevaba y cuando no llevaba tilde, van ahora y la suprimen), me voy a referir a relaciones de amistad, compañerismo o convivencia social. 

Relaciones aparcamiento libre.- Son aquellas en que la persona se deja abordar sin ningún tipo de restricción y permite que alguien se aparque junto a ella el tiempo que necesite y sin pedir nada a cambio. Puede ser una relación superficial o más íntima, pero siempre abierta y enriquecedora. Hay que ser muy fan de “To er mundo es güeno” para mantener permanentemente esta forma de relacionarse. 

Relaciones zona azul.- Son parecidas a la anterior, pero por tiempo limitado que se suele marcar por adelantado. El tiempo de un café, una espera en el médico, una charla en un parque vigilando al niño, etc. Raramente suelen cambiar a otro estado pues no es probable que se vuelva a aparcar en el mismo sitio. 

Relación Carga y Descarga.- Esta relación se caracteriza porque quien la utiliza tanto puede cargar los problemas, frustraciones, teorías y quimeras del otro, como descargar las suyas. No es conveniente llevar esta relación a otro tipo de aparcamiento, pues suele llevar a equívocos. 

Relación Vado Horario.- La principal característica de esta relación es que está prohibido llevarla a cabo en determinados horarios. El titular del Vado, normalmente ha tenido problemas en otros tipos de aparcamientos y ha decidido asegurarse el suyo en exclusiva durante un determinado horario, en ese tramo horario nadie puede apalancarse sin correr el riesgo de ser barrido por la grúa. 

Relación Vado Permanente Individual.- Es el mismo caso anterior, pero a jornada completa. La persona que ha decidido poner el Vado Permanente Individual se ha vuelto tan desconfiada que no permite que nadie se aparque en su zona. Si la cosa no se enquista, puede cambiar a Vado Horario y después dejarlo libre, pero es bastante complicado, porque una vez que se comprueba la certeza del refrán: El buey solo bien se lame, cuesta trabajo volver a exponer las heridas a lametones ajenos. 

Relación Vado Permanente Colectivo.- Suele ser el tipo de relación más extendida. Hay un número de plazas limitadas y los usuarios se conocen casi todos, unos más que otros, y aunque suele haber roces y hasta golpes, se suelen arreglar sin recurrir al seguro.

Hay más tipos de aparcamientos, quiero decir de relaciones, pero estos me han parecido los más significativos. Seguramente cada lector se sentirá identificado en alguno de ellos. No me importaría que me dejaseis un comentario sobre el asunto. 


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