Desde que Theresa May activara el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea en marzo de 2017, las idas y venidas en la mesa de negociaciones han sido constantes. Medio año después, consciente del nivel de interdependencia entre ambos y la cantidad de puntos que negociar, la primera ministra pidió un período de transición desde la fecha de desconexión —marzo de 2019— para una salida ordenada que supusiera el mínimo caos posible para todos.
Con puntos tan conflictivos como la posibilidad de una frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte o la necesaria libertad de circulación de trabajadores si Reino Unido quiere seguir accediendo al mercado único, May terminó de arriesgar su capital político hace unos meses para forzar la aprobación de una propuesta que, pensó, sería del agrado de Bruselas, pero que gustó poco a sus compañeros conservadores. El Plan Chequers, que desembocó en varias dimisiones —entre ellas, la del jefe negociador del brexit, David Davis—, suponía ceder en lo que, en un inicio, habían sido líneas rojas en la postura británica. La propuesta ofrece continuar la armonización de los productos que transiten entre Reino Unido y los países de la Unión Eu...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseña<em>Brexit</em> significa <em>brexit</em>: no hay acuerdo fue publicado en El Orden Mundial - EOM.