Las piezas tejidas a mano de Briana Babani me han cautivado, es uno de esos pequeños tesoros que me encantaría tener. Aunque son tapices, los utilizaría como alfombras. Me veo tumbada en ellas con la cabeza apoyada en el montón.
Estos tapices están realizados con rafia blanca, hilos de lana y una urdimbre de lino natural. Lo más destacable de estas piezas son las formas irregulares que crea con los pelos de rafia de diferentes longitudes, consiguiendo formas alabeadas. Parecen montones de nieve. Un diseño sencillo pero muy efectivo.
Según la artista, siempre se ha sentido atraída por hacer cosas con sus manos. Le encantan los ritmos, las texturas, los pequeños detalles que se magnifican cuando se toma una unidad o un gesto y lo repite muchas veces. Lo que más le gusta sobre sus piezas es que no está segura de lo que surgirá a medida que vaya creciendo, permite que su trabajo se desarrolle orgánicamente. Una de las cosas que le encantan es que el público reaccione ante su obra y tenga la necesidad de tocarla.