No es la primera vez que digo por aquí que los ingleses van al revés del mundo, ¡pero es que es verdad!
Y este es otro ejemplo que apoya mi argumento: mientras que en el resto de Europa utilizamos un enchufe con dos clavijas, el de aquí tiene tres.
Por tanto, si te vienes con todos tus cacharros desde España, necesitas un adaptador del enchufe europeo al inglés.
¡Pero no hay que preocuparse! No nos deprimamos cuando se nos ha quedado la cámara sin batería el día de antes de un viaje y en todas las tiendas de alrededor se han agotado los adaptadores o te los quieren cobrar a precio de oro (historia basada en echos reales).
Todos nuestros problemas los solucionaremos si tenemos a mano una llave y siguiendo dos sencillos pasos:
1. Introducimos la llave en el agujero de arriba del enchufe (por este no pasa la electricidad, es sólo para desbloquear los dos de abajo).
2. Metemos nuestro enchufe español sin mayor problema en los dos agujeros restantes.
¡Así de simple! Y funciona a la perfección.
P.d. También se puede hacer con una horquilla del pelo, pero cuesta más trabajo.