En el que ha sido uno de los trabajos de coacheo más impresionantes de los últimos años en la NFL, Sean Payton y los New Orleans Saints llegan a la semana 8 de temporada regular con un récord de 6-1, líderes indiscutibles de la NFC South, empatados con los Green Bay Packers con el segundo mejor récord de la Conferencia Nacional y sólo superados por los invictos San Francisco 49ers y los New England Patriots en la NFL.
Todo esto resulta muy parecido a las proyecciones que los expertos habían hecho para este equipo desde el offeason, pero con una pequeña gran diferencia: El veterano quarterback Drew Brees, uno de los mejores en su posición desde la década pasada, formaba parte central de este plan de dominación.
Lo que cambió es que Drew Brees salió lesionado en el encuentro de la semana 2 ante los Rams, en la que fue precisamente su única derrota de la campaña hasta el momento, y las alarmas sonaron alrededor de la liga. Los Saints parecían perder sus aspiraciones a la cima y todo lo que quedaba por ver era cómo este equipo conseguía improvisar un plan de contención para evitar perder la mayoría de juegos y mantener el barco a flote hasta el regreso de Brees.
Debemos recordar que los Saints enfrentan en 2019 el cuarto calendario más complicado de los 32 equipos de la NFL. Con un poco de suerte New Orleans debería estar peleando por mantenerse arriba del .500 y de ahí tratar de “arañar” los playoffs. Porque además, Alvin Kamara, la gran estrella del Backfield de NO, tampoco está al 100 por ciento. De hecho no jugó el partido de la semana pasada.
¿Y qué sucedió? Lo dicho, Sean Payton está demostrando que es el segundo mejor head coach de la NFL después de Bill Belichick. La manera en que tiene a su equipo preparado ante la adversidad y cómo ha hecho crecer el nivel de juego y la precisión en las tareas que pide a los QB suplentes Teddy Bridgewater y Taysom Hill, la creatividad de sus esquemas, el control de todas las fases y situaciones del juego, una defensa con mucho colmillo y el compromiso de todo el plantel han sacado adelante victorias que no parecían seguras sin el estelar Brees
Este el camino de los Saints hasta el momento:
- Semana 1: victoria 30-28 en Houston
- Semana 2: derrota 27-9 contra los Rams
- Semana 3: victoria 27-33 contra los Seahawks
- Semana 4: victoria 12-10 en Dallas
- Semana 5: victoria 31-24 en Tampa Bay
- Semana 6: victoria 6-13 contra los Jaguars
- Semana 7: victoria 25-36 contra los Bears
Cada uno de estos partidos ha supuesto un verdadero reto para los Saints: han enfrentado equipos contendientes, grandes defensivas, jugadores rivales enrachados y favoritos en problemas y desesperados por mantener su status. En todos, salvo uno, los Saints han prevalecido.
El segundo aire de Teddy Bridgewater
Por supuesto, ha destacado el trabajo de Teddy Bridgewater como quarterback suplente durante la ausencia del líder de este equipo. Llegado a la NFL como último pick de primera ronda en 2014 por los Minnesota Vikings, jugó ahí hasta 2017. Con algunos altibajos, mostraba destellos de nivel de quarterback franquicia, pero una grave lesión lo dejó fuera de la temporada 2016 y nunca pudo rehacer su carrera en Minnesota. De ahí pasó sin pena ni gloria por los Jets en marzo de 2018 solo para ser intercambiado a los Saints el 29 de agosto, firmando por un año.
Reemplazando a Drew Brees desde la semana 2, Bridgewater se ha mostrado seguro, cometiendo muy pocos errores y tomando el papel como una pieza más de un equipo que funciona como un todo. Sin embargo, Drew Brees está próximo a regresar de su lesión, se habla de que incluso en la semana 9 podría estar de vuelta, lo que nos lleva a preguntar a tres integrantes de nuestro staff lo siguiente:
¿Debe mantenerse Teddy Bridgewater como quarterback titular de los Saints al regreso de Drew Brees?
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