La reacción de Briggs-Rauscher es una de las más espectaculares que se pueden hacer en el laboratorio. Se trata de una reacción oscilante que, si se hace correctamente (y eso es la parte difícil), no para de cambiar de color. Así que os explico más o menos cómo se hace y luego os dejo el vídeo con la reacción!
La reacción, que se produce cíclicamente, transforma el Iodo en distintos compuestos. Según la concentración de cada uno de ellos la reacción tiene un color u otro. Lo que más impresiona es que la reacción se inicia a partir de tres disoluciones incoloras y la transformación es prácticamente instantánea.
Las disoluciones son las siguientes:
- Disolución A: Yodato de potasio KIO3 (0,2 M) y ácido sulfúrico H2SO4 (0,08 M)
- Disolución B: Agua oxigenada H2O2 (3,6 M)
- Disolución C: Ácido alónico CH2(COOH)2 (0,15 M), sulfato de manganeso (0,02 M) y almidón (3% m/v)
En un matraz Erlenmeyer con un agitador echamos 50ml de cada disolución en el orden A – B – C. Es importante añadirlas en este orden y que además se mezclen rápido así que hay que echarlas en el matraz rápido, no poco a poco. La disolución pasa cíclicamente a tener color ámbar (debido a la formación de yodo molecular, I2), azul (debido a la formación de un complejo yodo-almidón, cuando la concentración de yodo molecular es elevada) e incoloro (cuando en la disolución la concentración de I2 es muy baja).
Tuve la suerte de poder hacer esta reacción en la facultad de Química durante un programa de inmersión a la investigación que duró una semana. ¡Y aquí os dejo el vídeo!