Año: 22 de Diciembre 2017
Duración: 1hora 58minutos
Género: Fantasía, Suspense, Acción
→ Lo mejor: -Como consigue normalizar y adaptar tan bien el mundo de fantasía.
→ Lo peor: -Sin ninguna duda el tan esperado final, fallo total.
Empiezo a sospechar que todo el cine que nos trae Netflix tendrá siempre detractores (ejem Okja ejem), y si el director es David Ayer... ya no digo nada. Y es que la crítica ha sido devastadora con Bright, algo que no acabo de comprender.
Bright podría ser una película de dos policías metidos en un lío del copón más (películas que tanta fama tenían antaño, y que si la hubiese dirigido otro la llamarían homenaje) si no fuese, porque ha sido capaz de incluirnos un mensaje tan honorable como es el racismo, y porque es capaz de integrar un mundo de fantasía tan complejo a la perfección, ogros, hadas, elfos y humanos, conviven como si fuese lo más normal del mundo.
David Ayer, nos trae una mezcla de géneros tan dispares, y consigue que te lo creas, que lo ves cotidiano, es original lo mires por donde lo mires.
Con una forma de grabar casi tan peculiar como los ogros que aparecen, arrancaremos veloces y sin preámbulos, los secundarios pasados a un tercer o cuarto plano, y toda la atención al dúo protagonista.
Es una película que empieza a un ritmo espectacular, donde pasan muchas cosas todo el rato, pero este ritmo siempre es complicado de mantener, y más en una cinta de 2 horas, y eso acaba provocando una difícil digestión para la parte final, y más cuando el desenlace es más flojo que Paquirrin levantándose pronto.
En cuanto actuaciones, los dos encajan a la perfección, se sienten cómodos, sobretodo Will Smith, por cierto se está quedando estancado y encasillado, o solo me lo parece a mi?
Se le ha acusado a Bright de ser populista, y aunque es cierto que el mensaje es demasiado masticado y evidente, ojala todas las películas palomiteras de acción tuviesen un mensaje tan loable y tan bien camuflado.
Y es que aunque al principio, el mensaje del racismo es un martillo pilón, con el tiempo queda en un segundo plano, para dejar que el mundo se expanda y absorba otros temas tan de actualidad como es la corrupción de los altos cargos.
Este apartado ni yo lo puedo defender, lo siento, pero es que llevan más de una hora anunciando un gran suceso, y es que dicho suceso no llega a ocurrir nunca, y no solo eso, se cepillan la mala malísimia más rápido que un adolescente el vodka el día de nochevieja. Es increíble lo que le cuesta a muchos directores cerrar las películas con sentido, asignatura pendiente.
En fin, que Bright mola, o por lo menos a mi me moló, me gusto la mezcla que nos regala David Ayer, las comedias de acción policial tan de los 90, con un mundo de fantasía cercano a la Edad Media pero en las calles de hoy en día, eso si, el final no hay quien lo comprenda.