Un año más, se ha celebrado la ceremonia de los premios de la moda británica y, como era de esperar, la alfombra roja ha sido todo un desfile de modelitos, algunos más acertados que otros, eso sí, dignos de ser estudiados y admirados.
Las dos premiadas de la noche: Cara Delevingne (mejor modelo) y Victoria Beckham (mejor diseñadora) fueron muy aclamadas en la alfombra roja, la primera con un maravilloso diseño de pailletes de Burberry Prorsum y la segunda vestida por ella misma con el clásico binomio blanco y negro.
Rihanna fue una de las que más me gustaron y deslumbró vestida con un sencillo tuxedo de terciopelo de Stella McCartney.
Dos it-girls que nunca defraudan pero que, esta vez, y para mi gusto, no brillaron como nos tienen acostumbrados: Olivia Palermo y Alexa Chung.
Liya Kebede, Charlotte Gainsbourg (ambas de Louis Vuitton) y Kendal Jenner (de Pucci), correctas aunque algo deslucidas para una gala de moda.
Karlie Kloss, divina y luciendo su nueva melena dorada.
Karolina Kurkova de Viktor&Rolf con un diseño demasiado visto ya y Joan Smalls de Tom Ford luciendo tipazo con un vestido con aberturas.
Emma Watson destrozó un maravilloso diseño blanco colocándose una maxi blazer para la alfombra roja.