Hola, hoy quería contaros alguna cosa más de las vacaciones veraniegas, antes de que el otoño llegue y ya no queramos saber nada del verano.
Durante el mes de julio, como cada año, mis hijos han ido a pasar unas semanas con mis padres en un pueblecito de Teruel, que le llama Bronchales. Allí además se reúnen con sus primos de Castellón y Valencia, a los que no ven durante el año tanto como ellos querría, lo cual hace que la experiencia sea aún mejor. A lo mejor alguno de vosotros recuerda que ya os hablé de él el verano pasado. Está en los Montes Universales, muy cerca de Albarracín, y es una preciosidad.
Mirad el entorno en el que se encuentra y decidme si no es un privilegio estar allí
Y es que durante el tiempo que pasamos allí siempre estamos diciendo "esto es un privilegio", jajaja y es verdad. Es un privilegio pasar fresco en el mes de julio y ver incluso niebla
Este año hasta los del lugar decían que estaba haciendo más fresco de lo normal, tuvimos que encender la chimenea varios días, lo cual a los niños les encantaba.
Es un privilegio poder hacer excursiones a pie a las diferentes fuentes de agua fresca que hay cerca del pueblo
Recoger fresas silvestres
Disfrutar de la naturaleza
Ir a un parque de lo más peculiar
ver a tus hijos jugando toda la tarde al fútbol en el polideportivo
O simplemente pasear disfrutando de los rincones tan bonitos que ofrece Bronchales
También es una suerte hacer descubrimientos, como el "colibricho" y otros insectos diferentes
Pero lo mejor de todo es ver cómo tus hijos crecen y aprenden de los mayores Todos esos "privilegios" de los que han disfrutado mis hijos durante esas tres semanas de julio, se los tengo que agradecer a mis padres que tienen la santa paciencia de tenerlos con ellos durante sus vacaciones. Sí, ya sé que los niños también les hacen compañía, les distraen.... pero también dan mucha faena, creedme, lo sé... Por ello, ¡¡GRACIAS!!