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Bruce Lee: los mata, bien muertos.

Publicado el 28 noviembre 2010 por Queplanetageneroso

Bruce Lee: los mata, bien muertos.

Cuando se habla de las leyendas todo parece tan lejano que decir que hoy Bruce Lee podría estar vivo y tener “apenas”70 años parece increíble. El artista marcial y actor más grande de todos los tiempos, nació un 27 de noviembre, y murió a sus tiernos 32 años por causas desconocidas. Algunos dicen que de un aneurisma, otros especulan con venganza mafiosa, lo cierto es que un día el dueño de los puños más duros de la pantalla grande falleció  sin despedirse.

Bruce Lee: los mata, bien muertos.
Bruce era un tipo de esos que nacen muy de vez en cuando. Con una adolescencia de pseudo pandillero y cameos en el cine desde que era un bebé, su consagración llegó en 1971 cuando el productor Raymond Chow descubrió que era de otro planeta. Su primera película fue The Big Boss, también conocida como Karate a muerte en Bangkok y otros tantos nombres. En este film consagratorio, Bruce interpretaba a un joven retraído que viajaba a Tailandia para trabajar en la fábrica de hielo de su familia. Lentamente, comenzaría a descubrir que el negocio era ilegal y su familia estaba en peligro. Mala combinación para un oriental con el orgullo bien puesto. Aunque esta película es la que más hace rogar escenas de pelea (que no llegan hasta bien avanzada la cinta), es sin dudas una de las que mejor guión tiene. La historia, violenta y muy cruda, muestra a un Bruce inmerso en mafias y asesinatos múltiples.

Lo más interesante del asunto es que esta película se filmó en 1971 y Lee murió en 1973. Es decir que, en primer lugar, este grande tiene muchas menos películas de las que usualmente se cree y que, además, apenas pudo disfrutar de su fama. El segundo film fue The Chinese Connection, quizás el más popular de su filmografía china. Nuevamente Bruce interpreta a un joven estudiante de artes marciales, inmerso en una disputa entre dojos chinos y japoneses. Esta película mostraría varias disciplinas marciales en lucha, aunque Lee quedó muy descontento con el trabajo del director, Lo Wei, y decidió tomar las riendas de su próximo trabajo.

Bruce Lee: los mata, bien muertos.
Sería el turno de Way of the Dragon, película en la que Bruce sería protagonista, director, y demostraría su buen ojo para insertar estrellas norteamericanas. Con la inclusión de actores americanos, como Robert Wall y, brevemente, Chuck Norris, Bruce volvería a contar la historia de un joven chino en un país distante, en este caso Italia.

Pero la consagración absoluta llegaría el mismo año de su muerte, con Enter the Dragon, una suerte de épico combate en una isla como hermosa excusa para otro crossover de artes marciales. Con una producción mucho más cuidada y una historia “exportable”, Bruce acababa de meterse de lleno en el mundo cinéfilo de la época y desataba conscientemente la fiebre por el cine de artes marciales que se mantendría durante toda la década del 70 y buena parte de los 80. Como en anteriores películas de Bruce, su personaje se internaba en enormes emprendimientos ilícitos, con las peleas como pantalla para negociados. El traje amarillo que usó en esta película es el mismo que luego vestiría Uma Thruman en Kill Bill.

Cuando falleció, Lee se encontraba filmando su película póstuma, Game of Death. Durante cuatro años existieron apenas 40 minutos filmados, pero en 1977 la Golden Harvest terminó el trabajo utilizando dobles de Bruce y escenas que habían sido utilizadas en películas anteriores.

Para ese momento, Bruce ya no sólo era una leyenda moderna, sino un ícono del cine explotaition (producciones de menor calidad y sin derechos, producidas para “explotar” el éxito de un género o franquicia). Muchos fueron los films que se hicieron con  ”falsos” Bruce Lees, algunos de los cuales osaban incluso apodarse con nombre parecidos. Así surgían actores como Bruce Le. Esta moda alocada se llamó, claro está, Bruceploitation.

Volviendo al verdadero, Lee era además de un excelente artista marcial y un entusiasta actor (algunos dicen que sus habilidades en ambos campos no eran equitativas, pero en fin), un filósofo y culto estudioso de los autores taoístas y marxistas. De aquella época muchos recuerdan la simpatía y carisma que transmitía en todas las entrevistas y notas que se le hacían, siempre dispuesto a hablar de su maratónica vida y su maradoniana habilidad para golpear a una persona cien veces, antes de que el contrincante empiece a sentir dolor.

¡Larga vida al rey!

Bruce Lee: los mata, bien muertos.



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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Nikolina
publicado el 08 agosto a las 15:06
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Que pena que en estas epocas no existiera, porque si estuviera vivo, madre mia, seguro que seria el mas rico i famoso de la china entera!!1