A falta de que los resultados sean oficiales (el 9 de febrero), momentáneamente hemos logrado repetir el 3er. lugar en la categoría de música en la VI Edición de los Premios 20Blogs que organiza el diario 20Minutos. Se tenía la ilusión antes del comienzo por conseguir prosperar y pasar a ser los subcampeones o incluso ganar, pero teniendo en cuenta que durante un tiempo marchamos cuartos y relativamente alejados del podium, podemos considerar a este resultado provisional, si es que se confirma, como un más que excelente papel. A todos los que nos dieron su voto, muchas gracias. Por cierto, intentaré a lo largo de las próximas semanas contestar a todos los comentarios que tengo pendientes desde hace más de un mes; si alguien comentó y quiere ver mi réplica habitual a sus palabras, visiten las entradas anteriores.
Hubo un tiempo en el que Bruce Springsteen, aunque ya era apodado “el boss” cuando tocaba con su E-Street Band, no era leyenda mundial y por supuesto hubo un disco que dio el primer empujón claro y directo para que Bruce sea a día de hoy lo que es, y ese disco, básico en su discografía y en la historia de la música en general es el trabajo al que prestamos atención en nuestro artículo de esta semana.
El otro tótem que permitió el 2º empujón, ya definitivo, para la consagración de la leyenda Springsteen fue el posterior “Born In The U.S.A.”, el cual ya comentamos por el blog hace mucho tiempo. No obstante, con “Born To Run” se sientan las bases del sonido clásico destilado por Bruce junto a sus grandes amigos y familia de la E-Street Band; no en vano, es el disco más representativo del Boss en todos los sentidos, por esa magia, entrega, pasión, ritmo, emotividad y épica inconfundible inherente a su genialidad compositiva y su facilidad pasmosa para contar unas historias cercanas, sobre todo al pueblo norteamericano, que en consecuencia tanta complicidad generan entre emisor y receptor.
Los discos previos y tradicionalmente grandes desconocidos para la gran audiencia (hasta tal punto que muchos creen que “Born To Run” es el primer disco de Springsteen) “Greetings From Arsbury Park” y “The Wild, The Innocent And The E-Street Shuffle”, aunque ya incluyen algún que otro clásico muy celebrado del repertorio de Bruce, no dejan de ser una aproximación a ese trabajo perfecto y bien acabado que es la obra que hoy nos ocupa. En los días de edición del disco la E-Street Band estaba con su formación quizás más clásica (otro motivo añadido para que el disco se vea más especial), aquella que contaba con Clarence Clemons al saxo, Max Weinberg a la batería, Garry Tallent al bajo, Roy Bittan a los pianos y Danny Federici como teclista. También estaba Steven Van Zandt empezando ya a meter la cabecita en el grupo como miembro más que importante.
¿Alguien se atreve a decir que “Born To Run” sea un Ep porque “solamente” incluya 8 canciones? En estos tiempos de estupideces es probable que alguno saliera con la afirmación. En todo caso, con 8 temas tan notables como los dispuestos en la obra es más que suficiente. No me resisto a dejar ya de enrollarme con los antecedentes y saltar de lleno a comentar sin más dilación cada uno de sus cortes.
En su concepción de vinilo el disco está estratégicamente dispuesto de forma impecable, ya que para abrir las respectivas caras a y b se disponen los 2 grandes clásicos de la obra. Se podrían imaginar que la canción título sería el primer tema, pero no, es “Thunder road”, con esa melodía con una emotividad contenida abrumadora en sus notas lo primero que el Boss y sus muchachos ponen sobre la mesa. Un tema imprescindible dentro de la obra de Springsteen y que no en vano no falta creo que en ninguno de sus conciertos. Más fiestera y desenfadada es “Tenth avenue freeze-out”, en la que se muestra esa vertiente más cercana al pop de Springsteen, en lo que podría ser un esbozo de lo que unos años más tarde sería el gran éxito como single “Hungry heart” del doble lp “The River”. Y para continuar con una disposición de los distintos registros del Boss, ahora llega el turno de un tema rotundo, potente y sumamente acelerado que es “Night”. En la 2º ocasión que vi actuar a Springsteen (pinchen aquí para ver la crónica que hice, sin fotos, del concierto), recuerdo que fue el primer tema del concierto y por si hubiera hecho falta, metió de sobra a las miles y miles de almas que nos juntamos para ver aquella noche de verano a Springsteen. El ímpetu y el carácter tan aguerrido de las cuerdas de las guitarras, con una base rítmica muy acelerada comandada desde la batería por Max Weinberg y un Clarence Clemons desaforado al saxo en sus notas incluidas, dan lugar al tema más potente y abrumador en el plano meramente instrumental de este lp “Born To Run”. “Backstreets” destaca por el inicio con esas notas de teclados tan importantes y ver como poco a poco se van sumando elementos para apoyar a Springsteen en esa desgarradora frase, que canta con su voz más quebrada y abrasiva: “escondiéndonos en los callejones”. Un tema lleno de rabia que va sumando intensidad a medida que se avanzan segundos en su duración.La épica, no solo en lo musical, sino también en la letra, se da lugar en la inmortal canción “Born to run”, que abría la cara b del vinilo del lp al que concede nombre. Son muy importantes las notas de teclado, que destilan esa emotividad tan fuerte y todos y cada uno de los instrumentos que se dan cita en las partituras de esta composición. “Vagabundos como nosotros, nena, nacimos para correr”. Con esta canción Springsteen aparte de dar un golpe fortísimo sobre la mesa de la escena musical mundial, se perfiló como el nuevo trovador de historias de clase media de la vida norteamericana; sus influencias de Bob Dylan están más que presentes, pero Springsteen las reviste de una mayor rotundidad instrumental, para llegar a conformar unas canciones que ponen el pelo de punta, como es el caso de este “Born to run”, que al igual que “Thunder road”, es el otro tema del disco que no falta en las giras de Bruce. Bonita y sentida balada es “She’s the one”, que quizás pueda ser el tema que más fácilmente la gente puede olvidar en las primeras escuchas, pero que con el paso de las escuchas se termina convirtiendo con justicia en una de las joyas ocultas que guarda en su interior el álbum que hoy estamos analizando. Las notas de piano y el tono tan cálido de Bruce al micrófono son las principales notas características de esta bonita composición. También íntima resulta “Meeting across the river”. Desde sus trompetas lejanas de los primeros compases, sigue teniendo mucho protagonismo los teclados de Roy Bittan; no en vano, las notas lejanas de trompetas, la voz de Bruce y las notas de piano son la más que suficiente condimentación para este bonito interludio previo a la gran composición final. El tema más largo de la obra llega al final. Casi 10 minutos de canción concretados en “Jungleland”. Y es que en “Born To Run”, creo que a estas alturas, ya llegando al final, se habrán dado cuenta que los teclados y notas de piano tienen un peso tan importante como el que tienen las guitarras, o incluso más. Realmente emotiva, bonita y quizás su excesiva duración y concepción fue lo que le evitó ser single, ya que el tema resulta, pero es que, ¿cuál de las canciones del disco no funciona? Rubricar la obra con esta preciosa y sentida composición (muy conseguido el sentir que transmiten las notas de teclados y piano, reitero) es sencillamente magistral, un signo evidente de la valía de Springsteen.
Este disco mítico supuso el primer gran éxito de Bruce Springsteen, no solo en los Estados Unidos, donde la obra fue más celebrada que en ningún otro lugar, sino en todo el mundo. Además, hay que calibrar la importancia de “Born To Run” dentro de la discografía de Bruce Springsteen de cara a reconocer que es el álbum que mejor sintetizaría el auténtico sonido del Boss cuando se junta con la E-Street Band para deleitar al mundo.
Hasta que Bruce terminara de convertirse en un icono y en un grande definitivo de la historia de la música en 1984 con el otro disco que incluye un “born” en su título, mediarían 9 años en los que Bruce siguió dando forma a su leyenda. Trabajos como el recientemente dignificado “Darkness On The Edge Of Town” (lo de “dignificado” viene por esa edición de coleccionista que no salió hace demasiado con temas descartados de las sesiones de grabación y composición del disco), el doble lp “The River” y la primera vez que Bruce se enfrentó a sí mismo en solitario en el estudio con el embrionario y visceral “Nebraska”, tuvieron la culpa de que Springsteen poco a poco fuera haciendo camino hacia su estatus actual.
“Born To Run” es una obra que puede agradar a cualquiera. Desde el más rockero hasta gente cercana al pop puede apreciar y disfrutar de la compañía sonora de los minutos de música que ofrece este disco. Quizás puede que “Born In The U.S.A.” sea si cabe más accesible y que este lo valoren de una forma más clara quien en mayor o menor medida es seguidor de Springsteen, pero en todo caso no lo considero extremo.
La portada, continuada en la contraportada, con Springsteen en clara coordinación con el saxofonista de la E-Street Band, ya leyenda por su fallecimiento en los últimos meses, Clarence Clemons, en parte muestra en las expresiones de Bruce y Clarence parte de lo que la E-Street Band y su jefe daban (y siguen dando en la actualidad) en escena por aquellos días. Con total seguridad, “Born To Run” es uno de esos discos que está incluido en las listas de obras que hay que escuchar antes que morir, y si es así es con mucha justicia.
Este miércoles próximo nuestro programa de radio irá sobre “Thriller” de Michael Jackson. Lo podrán escuchar en nuestro horario habitual (21.00h en &radio y 23.00h en RUAH). Lunes, martes y jueves a las 21.00h en &radio podrán escuchar programas antiguos y el sábado a las 16.00h tenemos previsto hacer otro coloquio (todavía no sabemos en qué emisora), en este caso sería Especial Joy Division sobre su debut “Unknown Pleasures”. Intentaré esta semana, si la conexión me va bien, subir el audio de los programas pendientes (Wet Wet Wet y Especial Lady Gaga) a nuestro perfil de Ivoox.