¿Está Venezuela embrujada? ¿Debía Hugo Chávez su ascenso al poder a su relación con el espiritismo? Estas son algunas de las preguntas que han vuelto al debate público con la publicación del libro “Los brujos de Chávez” del periodista venezolano David Placer, presentado la pasada semana en Madrid. El fallecido presidente venezolano tenía un carácter extremadamente supersticioso y recurrió a los hechizos de brujas y a la santería cubana– rituales con huesos de muertos incluidos- con frecuencia, tal y como ya informaba el semanario ALBA en un reportaje en el año 2012.
La relación de Chávez con el espiritismo y la santería cubana era de sobra conocida por sus allegados, pero los rumores de su coqueteo con el esoterismo se habían extendido a lo largo de los años hasta convertirse en vox populi. En una entrevista con la cadena RCN, el periodista David Placer explica que el origen del carácter supersticioso de Chávez se encuentra en su infancia: creció escuchando los cuentos de las ánimas de la Sabana y hace referencia a ellos tanto en sus diarios personales como en sus alocuciones presidenciales.
Una bruja en el origen de su ascenso al poder
El líder venezolano vivía, asimismo, obsesionado con el temor de que alguien le pudiera embrujar y así lo denunció públicamente en varias ocasiones. Su miedo era que sus enemigos utilizaran en su contra el mismo método al que él había recurrido para alcanzar el éxito: la brujería y los rituales esotéricos.
Mensaje escrito por Hugo Chávez
La gran aliada de Chávez en los inicios de su ascenso al poder fue la vidente Cristina Marksman, hermana de la que fuera su amante durante varios años Herma Marksman. Esta vidente le leía las cartas constantemente y realizó dos grandes predicciones: le aseguró que iba ser presidente y que iba a morir antes de los 60 años. A la muerte de Chávez a los 58 años de edad, aquellos que le habían acompañado desde los primeros años de la sublevación cayeron en la cuenta de que la predicción se había cumplido.
No les resultaría extraño, sin embargo, después de haber vivido momentos como los acontecidos en la cárcel de San Francisco de Yare. El periodista David Placer cuenta cómo Chávez utilizó el espiritismo para manipular a los militares con los que planeó el golpe de estado en 1992 mientras permanecían encerrados en prisión por la sublevación fallida.
Posesiones y conversaciones con los espíritus
Mientras se encontraban todos los militares reunidos en una celda para celebrar una de las habituales sesiones de espiritismo propiciadas por Chávez, éste último invocó al espíritu de Maisanta, un conocido guerrillero revolucionario. Durante la invocación, el espíritu de Maisanta pareció tomar posesión de Chávez y, a través de él, ordenó a los presentes que eligieran a Chávez como candidato presidencial.
Pero no fue éste el único suceso relacionado con el espiritismo protagonizado por el fallecido presidente venezolano. En la época en la que estuvo encarcelado era frecuente que los militares que le custodiaban le encontraran a altas horas de la madrugada hablando con el espíritu de Simón Bolívar. Asimismo, en las reuniones que mantenía con sus partidarios antes de ser nombrado presidente solía pedir que se dejara una silla vacía para Bolívar que, a pesar de haber fallecido en 1830, estaba presente en el lugar. A Chávez también le agradaba conversar con el cuadro del Che Guevara como si el revolucionario cubano estuviera al otro lado de su mesa.Cuando logró ser elegido presidente, Chávez trató de ingresar en una logia masónica sin éxito. Quería conocer los secretos y controlar la influencia de la masonería pero, al mismo tiempo, se negó a iniciarse con otro rito que no fuera el de Simón Bolívar. Tras sus devaneos con la masonería, Chávez encontró en sus frecuentes viajes a Cuba otra forma de dar rienda suelta a su pasión por las ciencias ocultas.
La santería cubana, ‘religión oficial del chavismo’
En La Habana, conoció a un supuesto cocinero que le introdujo en la santería cubana. A partir de ese momento no sólo Chávez, sino también su entorno político se aficionaron a la tierra cubana, hasta el punto de aumentar considerablemente las visitas a este país. El verdadero objetivo: iniciarse en la santería cubana a ejemplo de su líder. De esta forma, la santería cubana llegó a convertirse prácticamente en “la religión oficial del chavismo”.
“Fue un plan ideado por Fidel Castro que vio en Hugo Chávez una persona profundamente supersticiosa y aprovechó esto para llenar de santeros cubanos los ministerios venezolanos”, sostiene en su entrevista a RCN el autor de “Los brujos de Chávez”, quien ha investigado sobre el tema durante más de tres años realizando entrevistas a personas que acompañaron a Chávez en su ascenso al poder, ex amantes, partidarios y también adversarios que han confirmado su relación con el espiritismo.
Aún hoy se conservan en el Palacio de Miraflores los vestigios de las prácticas esotéricas llevadas a cabo por Chávez. En su visita a uno de los salones principales del palacio hace dos años, Placer describe la presencia de objetos extraños como una cabeza de caimán, frutas en el suelo, pétalos de rosas, un ancla enorme, caramelos sobre la espada de Simón Bolívar y otros objetos cuya presencia sólo se explica por su relación con la santería.
¿Está Venezuela embrujada?
Es más, esos objetos continúan en el Palacio de Miraflores, según sostiene este periodista, quien asegura haber recibido una fotografía de ese mismo salón en la actualidad. Todo indica que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, habría heredado el carácter supersticioso de su predecesor y su interés por el espiritismo. Maduro, según sus allegados, habla de apariciones y comenta que se siente vigilado por el difunto presidente Hugo Chávez.
Las continuas prácticas relacionadas con la magia negra de Chávez no influyeron en Maduro, sino también en el país. Hay quienes sostienen que Venezuela está embrujada a causa de las prácticas de su ex presidente y hoy en día existen brujos que se afanan por descubrir qué hechizo realizó Chávez con la ayuda de su primera vidente para poder contrarrestarlo.
Durante la época del chavismo, la brujería se extendió en Venezuela y experimentó un crecimiento vertiginoso gracias al poder de Chávez. En la actualidad, Según afirma Placer, en los cementerios venezolanos se roban entre seis y ocho cadáveres diarios con el fin de utilizar los huesos para rituales de palería en los que se utilizan los huesos para adquirir las cualidades que la persona muerta tuvo en vida.
A los rituales de palería era también aficionado Chávez, quien no sólo desenterró el cuerpo de Simón Bolívar de madrugada tal y como exige el rito palero sino que todo parece indicar que también se apropió de un pequeño hueso del cadáver.
Fuente: Gaceta