![Brújulas que buscan sonrisas perdidas Brújulas que buscan sonrisas perdidas](http://m1.paperblog.com/i/202/2026394/brujulas-que-buscan-sonrisas-perdidas-L-_zw1qy.jpeg)
Y es precisamente como una película que el protagonista rebobina hacia detrás y delante cómo el lector verá su vida, desde la pérdida de su mujer en un accidente, hasta llegar a su adolescencia, ese momento en el que la relación de padre e hijo se rompió definitivamente, justo cuando más lo necesitaba, cuando su madre falleció.
Brújulas que buscan sonrisas perdidas está bien escrito. El lenguaje es sencillo, aunque hay metáforas, algunas preciosas, página sí y otra también. Por otro lado, es curioso el uso de los puntos suspensivos, que abundan aquí y allí, en cada párrafo, casi en cada frase. El objetivo de estos es, para mí, poner el acento de la historia en la reflexión que el personaje principal hace sobre su propia vida, sobre su pasado, presente y futuro, una reflexión a la que sin duda, el autor, Albert Espinosa, parece también invitar al lector. Ahora bien, aunque a mí en concreto no me han disgustado los puntos suspensivos, sí es cierto que su uso no es del todo correcto, es decir, el escritor se salta las reglas a la torera.
Los títulos de los capítulos, un total de diecinueve, me han llamado mucho la atención. ¡Hay algunos que darían para otras novelas! Puños cerrados llenos de sonrisas abiertas, Tics que movemos para que jamás nos controlen y Vida que te retornan son sólo algunos ejemplos.
La edición es muy cuidada. Aunque la encuadernación es en rústica, incluye anchas solapas, además de hojas de cortesía en un color azul intenso de un grosor mayor que el del resto de páginas.
En definitiva, Brújulas que buscan sonrisas perdidas es un drama, pero en el que hay esperanza, mucha, porque en él se habla sobre pérdidas, pero también de reencuentros. Es toda una inyección de optimismo, que te deja un buen sabor de boca y una sonrisa que dura varios días.