Nada mejor que hacer un brunch en buena compañía para comenzar el fin de semana. Y eso es exactamente lo que hice el sábado pasado.
¿Con quién?
Esta vez me he ido de brunch con una experta en el tema, casi una eminencia. Se trata de Claudia, la autora de Coffee&Brunch Bcn, un magnífico blog con el que esta encantadora italiana recorre las calles de Barcelona en busca de los mejores Brunch. El blog cuenta con reseñas en casi todos los barrios de la ciudad, con información muy detallada. Vamos, !una guía en toda regla! Así que ya sabes, la próxima vez que quieras ir a tomar un brunch no dudes en consultarla.
A la izquierda podéis vernos a las dos.
¿Dónde?
Como no podía ser de otra manera, la experta eligió el sitio. Y os aseguro que no se equivocó.
Si entramos en el pintoresco barrio de Graçia y subimos la calle Torrent de l’Olla hasta el número 159, encontraremos lo que parece ser un antiguo estudio de un viejo científico loco.
Lámparas con fauna jurásica en su interior, un antiguo reloj donde vive un pez, el retrato de un astuto señor zorro en la pared, un añejo marco del que cuelga una bombilla, pilas de libros en las paredes, mariposas azules que revolotean dentro de un frasco, lámparas que son sombreros o sombreros que son lámparas, tenedores que son perchas, redes de pin-pon en la barra, un cinemascope de un jinete y su caballo en lo alto de la pared…
Y algo que a todo científico loco le hubiese gustado tener: la clásica nintendo con el juego más insuperable de la historia, ¡¡Mario Car!!
Pero no os dejéis engañar por las apariencias, detrás de todo esto se esconde uno de los restaurantes más acogedores de todo Graçia: el Avenue Bar. Cuatro personas son las responsables de este nuevo Bistro: al frente de este proyecto están Nina y Carla, dos inglesas con una magnífica visión y ganas de hacer bien las cosas; en las cocinas tenemos a Markos, el responsable de cocinar las delicias que se sirven aquí; y detrás de la barra encontramos a Xavi, o “el solete del bar” como lo llama Nina.
Nina comenta que: “Después de dos años con Timeline, nuestro primero bar, estábamos buscando un sitio un pelín mas grande (la gente que ya conozca a Timeline, ¡lo entenderá!) pero queríamos algo cerca. Por un golpe de suerte pasamos por el Avenue algún día, (en ese momento era un restaurante Pakistani) y vimos que estaba en traspaso. Y el resto es historia…”
Sobretodo intentemos crear un espacio original, donde la gente puede pasarlo bien y donde siempre se sienta cómoda y bien tratado. Exactamente lo que buscamos cuando salimos!
Nos cuenta que la decoración, inspirada en el estudio de un científico loco, viene de un montón de viajes en los que encuentran todo tipo de cosas que les gustaría adaptar y utilizar en los bares. Cuando le preguntamos cuál es el mejor momento del día para ir al Avenue Bar, dice: “Por la tarde. Tenemos las puertas abiertas y hay muy buen ambiente de gente del barrio tomando algo después del trabajo. También en las ultimas horas de la noche, cuando la gente ha terminado de cenar y el ambiente es un poco mas bullicioso….con suerte pillaras un partido de “Beer Pong”, el nuevo actividad de Avenue”
Con la que está cayendo ultimamente, le preguntamos por qué merece la pena seguir abriendo restaurantes como éste, y Nina nos responde lo siguiente:
Para que la gente siempre tenga un espacio original donde pueda ¡pasarlo bien!
Pero no nos dejemos lo más importante, ¡EL BRUNCH! Fue delicioso, Xavi nos atendió muy amablemente y tomó nota de todo lo que queríamos. En la carta hay un montón de variedades, yo me atreví con el brunch especial. Empezamos con zumo de naranja fresquito, unas tostadas con mermelada de frambuesa, y para Claudia una limonada casera de lo más refrescante.
Seguimos con el plato principal, que de todos yo elegí el SAN FRANCISCO SCRAMBLE: un delicioso revuelto con champiñones, cebolla, queso de cabra, espinacas y tomate, acompañado de patatas fritas caseras y aguacate. Por supuesto falta la bebida, y Xavi me da a elegir entre mimosa (cava con zumo de naranja) o bellini (con zumo de melocotón) ilimitados.
Por su parte, Claudia se pide el plato estrella: los famosos HUEVOS BENEDICT, que además son la especialidad del Chef (aunque Markos no se considera chef, cuando probéis sus platos sabréis que sí lo es).
Para terminar, nada mejor que unos riquísimos Pancakes, esponjosos, calentitos, y bien embadurnados de sirope.
La verdad es que fue una experiencia que recomiendo a todo el mundo, y que pienso repetir. ¡Vámonos todos de brunch!
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