Bruno vivió en un piso junto a su familia durante sus primeros 9 años, pero con la llegada de un hijo decidieron que podía hacerle daño y quedó exiliado en el campo. Ahora tiene 11 años y ya no lleva su estupendo corte de pelo de westy, ni disfruta de la compañía humana, ni recibe ningún cuidado, hasta tal punto que por no cuidarle una conjuntivitis se está quedando ciego. Es un perro precioso, a pesar de que ha habido que raparlo entero, es cariñoso y muy vital, y aunque tiene 11 años está hecho un chaval. Necesita una familia que lo quiera y que le de una buena vida, si no sale de allí se quedará sólo en el campo y ciego. Si quieres ser su familia contacta con:
Contacto: [email protected]
Bruno te lo agradecerá!!