Revista Cultura y Ocio

Bruselas (ii): fogonazos librescos y alguna curiosidad

Publicado el 18 octubre 2013 por Elena Rius @riusele
BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD Como ya anticipé en mi post anterior, mi visita a Bruselas fue breve, de modo que las impresiones han sido necesariamente fragmentarias. Por supuesto hubo que ver las atracciones turísticas de rigor (del muñequito ese del chorrito sólo diré que aquel día iba vestido de portugués; en mi ignorancia, tuve la impresión de que iba de tuno, que viene a ser bastante similar: por suerte Bruselas es además sede del Parlamento europeo y siempre hay alguien versado en asuntos comunitarios que te saca del error), entre ellas las famosas galerías cubiertas, las Galeries Royales, que presumen de ser (casi) las más antiguas de Europa y están llenas de comercios de postín -mucho chocolate-, restaurantes y cafés con solera y muchos, muchos turistas. No hubo tiempo de hacer un recorrido bibliómano de la ciudad como me hubiera gustado, pero en estas galerías pude admirar dos establecimientos notables. El primero, la añeja Librairie Saint-Hubert, un lujo de estanterías de roble y lámparas de época.  BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD
Según dicen, su surtido libresco también vale mucho la pena. Pero se me quitaron las ganas de husmear cuando un dependiente francamente brusco me reprendió por intentar hacer una foto. (La que ilustra esta líneas no es mía, como comprenderán.) El otro, casi enfrente, una tienda especializada en manuscritos. ¡Qué maravilla! Imposible no pensar en Stefan Zweig, que dedicó la mayor parte de su vida a coleccionar manuscritos de los autores y músicos que admiraba, para perderlos todos cuando tuvo que exiliarse. BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD

BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD

¿Que quiere una carta de Einstein? No hay problema...

El paseo vespertino por un barrio encantador, el de Sainte-Catherine,  permitió descubrir una bonita (aunque lamentablemente cerrada) librería de segunda mano. Al indiscutible atractivo de su escaparate se le unió, por obra y gracia de la luz de atardecer, el reflejo de la iglesia barroca que está delante.  
BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD

BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD
 Poco más a reseñar en el apartado libresco. Pero no quiero cerrar esta breve crónica bruselense sin destacar dos figuras que me llamaron la atención, por motivos diversos. La primera, una estatua dedicada al héroe de guerra probablemente más ignorado: la paloma mensajera.  
BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD

La segunda, una estatua doble, situada en un bello jardín romántico: la del conde de Egmont y su amigo Horn, héroes de la independencia de Flandes, quienes, según reza la inscripción del pedestal, fueron decapitados a causa de una "sentencia inicua del duque de Alba". Cogidos del hombro, ambos parecen enfrentarse con serenidad a su destino.
BRUSELAS (II): FOGONAZOS LIBRESCOS Y ALGUNA CURIOSIDAD

Casi tengo la impresión de estar oyendo las notas iniciales de la pieza que Beethoven le dedicó:  Dirigida por Claudio Abbado. ¡Que la disfruten!  

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