La Comisión Europea ha realizado inspecciones por sorpresa en las sedes de empresas editoras de libros electrónicos en varios Estados miembros ante las sospechas de que hayan alcanzado un acuerdo ilegal para pactar los precios y repartirse el mercado.

Durante las inspecciones, que tuvieron lugar el 1 de marzo, los funcionarios de la Comisión estuvieron acompañados por sus homólogos de las respectivas autoridades nacionales de competencia.
Siguiendo su práctica habitual, el Ejecutivo comunitario ha eludido desvelar el número, la identidad o la nacionalidad de las compañías investigadas.
Las inspecciones por sorpresa constituyen un paso preliminar en la investigación de prácticas que infringen las reglas de competencia. Pero no significan que las compañías sean culpables ni prejuzgan el resultado de la propia investigación, según ha destacado la Comisión.
No existe ningún plazo legal para concluir este tipo de pesquisas. Su duración depende de una serie de factores, como la complejidad de cada caso, el grado de colaboración de las empresas y el ejercicio del derecho de defensa.
Europa Press
