Este pobre estaba en una zona de parcelaciones y un alma caritativa, pensó en buscarle algo y ante la opción de llevarselo a casa para darme unos dias para buscarle acogida o adopción, optó por abandonarlo de nuevo. Esta vez en una zona llena de basuras y condiciones insalubres. Cuando me lo encontré y vi que era el pequeño, no pude dejarlo ahí y ahora se encuentra en una residencia.
A pesar del doble abandono, es cariñoso, juguetón y sociable. El pobre ha debido estar tan solo que parece que tenga asimilado que no va a recibir caricias. Está extremadamente delgado. Lo he tenido que meter en una residencia y se me parte el alma de pensar lo solo y falto de cariño que va a estar.
Es duro pensar en que va a crecer en una fria jaula lejos de una familia que le de el calor que no ha tenido en su corta vida. Buba necesita un hogar!
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