Foto: Inés G. Aparicio
Los niños de Smara son fotografiados muchísimas veces a lo largo del año. Las cámaras ya no son un cuerpo extraño para ellos. Posan, sonríen y hacen el signo de la victoria; después te piden que les enseñes las fotos en las pequeñas pantallas de las cámaras digitales.
Pero, ¿qué ocurre si les hablas a los niños de la magia de la luz?
Lo que ocurre son fotografías como esta.
Los niños hacen literatura, y la hacen mejor que nadie. Si aún no son capaces de escribir historias en castellano, si que están capacitados para contar sus cuentos desde las imágenes. Son buenos, muy buenos, tienen el mejor punto de vista y saben como utilizarlo. En octubre lo demostramos en el curso de estenopéicas.
Hasta hoy no me he atrevido a revelar las fotos. Demasiada luz en el desierto, mucha arena y poca fé. Pero el Bubi, una vez más me ha sorprendido. Y es que no os podéis imaginar la alegría que me llevé al ver aparecer estas imágenes en los papeles arrugados que llevaban más de siete meses esperando.
¿Es arte?¿Es magia?¡¡ES EL BUBISHER!!