La experiencia de buceo es ideal para aquellos viajeros que buscan añadir una cuota de aventura en su viaje a Argentina.
Existen dos ambientes para la práctica de esta actividad: la costa atlántica, ideal por sus aguas transparentes y abundante fauna marina y las áreas lacustres naturales o artificiales (embalses) como puede apreciarse en el mapa.
Esta es una de las sensaciones más completas que el ser humano puede sentir.
A través del buceo, el hombre pudo recorrer el fondo del mar, conocer un mundo subacuático, acariciar peces y visitar naufragios legendarios, sintiéndose completamente seguro y adaptado al medio hídrico.
Para desarrollar esta actividad, no se requiere poseer un gran estado físico, ni un estilo de natación definido. Sólo basta con aprender bien los aspectos técnicos del buceo para realizar una inmersión tranquila y placentera.
Antes de tomar un curso de buceo, recomendamos que se realice un “bautismo” previo en aguas abiertas o cerradas, para estar totalmente seguro que se desea aprender a bucear.
Este deporte ayuda a salir de lo cotidiano, a combatir el estrés y a conocer todo un universo que escapa al alcance de los sentidos.
La Patagonia presenta múltiples escenarios para realizar esta actividad. Por esta razón, llegó la hora de hacer realidad los sueños en el fondo del mar o de algún lago.
En Patagonia, sobre el océano atlántico:
Puerto Madryn, es conocida como “capital nacional del buceo”por los lugares de exploración que ofrece, la flora y fauna marina y la amplia visibilidad.
- Las salidas de buceo son accesibles mediante excursiones guiadas o desde la costa.
- Por reglamentación, las inmersiones duran alrededor de 45 minutos y los animales no se tocan.
- Una de las propuestas imperdibles en Puerto Madryn es el buceo con lobos marinos, en Punta Loma y Punta Ameghino. La experiencia incluye, en ocasiones, la interacción con ballenas y delfines.
- Para iniciados, uno de los sitios más visitados es Punta Cuevas, a sólo 200 metros de la playa, donde existen numerosas cuevas naturales y especies marinas, entre meros, cholgas y besugos.
- Para avanzados (30 metros de profundidad) está El Arca de Madryn, un cofre sumergido a fines de 1999 por la comunidad local, que contiene mensajes para la generación del 2100. También hay un libro plástico para dejar firmas y una caja de piedra donde los buceadores intercambian elementos.
- Algunos de los naufragios más visitados son: Río de Oro, una goleta de madera que se hundió hace más de medio siglo; Albatros, un buque pesquero que fue sumergido en 1998; y, Folias, un barco que encalló luego de sufrir un incendio.
En la misma provincia de Chubut, y a escasos kilómetros de Puerto Madryn, otro de los lugares ideales para buceo es la Reserva Natural Península de Valdés, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Mundialmente conocida por las ballenas francas que arriban durante los primeros días de junio, ofrece también buceo entre arrecifes en el Parque Marino Provincial del Golfo San José.
En la denominada Ruta Azul, que recorre unos 500 kilómetros de “parques azules” y bosques petrificados, otro lugar recomendado es el Parque Marino Costero Patagonia Austral, creado hace 3 años en la localidad chubutense de Camarones. Son 130 mil hectáreas protegidas, ideales para buceo y el avistaje de pingüinos, ballenas y lobos marinos.
En la misma provincia de Río Negro, entre los destinos más elegidos para buceo figura Las Grutas, donde el agua se distingue por su transparencia y calidez. La actividad se desarrolla durante todo el año, y los meses de mayor visibilidad corresponden a otoño e invierno. Algunos sitios imperdibles son: Isla Mejillón, El Buque, Lado Bueno, La Escondida, Orengo y el Parque Submarino.
En Patagonia, sobre la Cordillera de los Andes:
En Bariloche se realizan entre noviembre y abril inmersiones en las aguas del Lago Nahuel Huapi. En Isla de las Gallinas, encontrarás un museo subacuático con troncos tallados y una cabina del Teleférico Cerro Otto. En los alrededores se encuentra el naufragio San Miguel en Isla Victoria y el Bosque Sumergido en Villa Traful.
En el fin del mundo:
Entre los destinos más extravagantes, se encuentra Ushuaia. Allí, las navegaciones recomendadas son Canal de Beagle y Bahía Lapataia, con una fascinante vida submarina y varios naufragios para explorar.
Algunos sitios fueguinos recomendados son: Bahía Ensenada, Isla Redonda, Isla Estorbo, Puerto Cucharita, Isla de los Lobos, y la Iturrieta o Isla Hache, ideal para experiencias nocturnas. Además de afloramientos de roca, se avistan bosques de algas, cangrejos, lobos marinos, estrellas de mar y centollas. Los naufragios sólo son aptos para expertos; están el viejo vapor Sarmiento y el crucero Monte Cervantes.
Desde Ushuaia, se accede a la Antártida, para bucear en las aguas más frías del planeta, una actividad que se combina con travesías de kayak y trekking sobre hielo.
Otras opciones:
- En la provincia de Buenos Aires, la ciudad balnearia de Mar del Plata cuenta con 10 puntos de buceo. Las inmersiones son alejadas de la costa y permiten el avistaje de meros, besugos, salmones, estrellas de mar y cangrejos.
- En la provincia de Córdoba, la ciudad de Villa Carlos Paz se erige a orillas del Dique San Roque, destacado por sus clubes náuticos con actividades de pesca, canotaje, windsurf, buceo y snorkeling.
- En la provincia de La Rioja se encuentra uno de los destinos de buceo más exóticos de Argentina, en la laguna que se forma en el Cráter Corona del Inca, ubicado en medio de un círculo de volcanes.
- En la provincia de San Luis, el paraje La Florida -integrante de las Sierras Puntanas- ofrece un espejo de agua de casi 652 hectáreas, ideal para buceo y pesca.
- En la provincia de Mendoza, dos opciones imperdibles son Laguna El Sosneado, a casi 2.200 metros de altura y el Cañón del Atuel, a 37 kilómetros de San Rafael.
- En la provincia de Santiago del Estero, el favorito es el Dique Frontal, en cercanías de las Termas de Río Hondo, donde también se practica esquí acuático, remo, windsurf, canoa y barcas a pedal.
- En la provincia de Corrientes, la localidad de Curuzú Cuatiá cuenta con tres canteras inundadas, cuya profundidad alcanza los 21 metros, ideal para el avistaje nocturno de peces y tortugas de agua.