
El primer metro subterráneo construido en el mundo fue el de Londres, hace aproximadamente 160 años, cuando se inauguraba el Metropolitan Railway. En aquel entonces, sus vagones eran de madera y las locomotoras funcionaban a vapor. Inicialmente y durante varias décadas, sólo sería utilizado para transportar recursos, tales como el carbón.
El 10 de enero de 1863 fue inaugurado para el público, con un trayecto inicial que unía Paddington con Farringdon Street...
El segundo metro más antiguo del mundo (1896) es el de Budapest, que por así decirlo sería el primero del continente, obviando el territorio insular. Su línea 1 obtuvo, por su diseño modernista a la par que funcional, la consideración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (2002), título que comparte con 44 estaciones del metro moscovita.
Actualmente, el conjunto de las tres líneas del metro es 31.7 kilómetros, abarcando 40 estaciones (entre ellas una para cambiar). Para la próxima línea 4, 12 nuevas estaciones serán construidas y dos estaciones más serán solicitadas para transferencia. El metro de Budapest sirve a cerca de 1.270.000 personas en un día laborable (en fecha 2004,).
Tan recientemente como la semana pasada estuve en Budapest: desde mi condición de visitante destacaré su rapidez (entre un metro y el siguiente apenas pasan segundos), así como su limpieza.