
Pero además, con todo lo anterior, he comprobado algo muy importante. Las personas más felices son las personas que creen que la mayoría de las personas son buena gente. Y es que somos más felices si creemos en la bondad de la mayoría de las personas que nos rodean. Siempre habrá personas que no nos llegarán a convencer, a gustar, pero es mejor no darles importancia y pensar que quizás dentro de todo lo que no nos gusta hay una buena persona. El mejor camino para ser feliz es rodearse de buena gente y posiblemente sea mucho más fácil de lo que algunos piensan, porque la grandísima mayoría de las personas son buena gente.