Las bebidas energizantes, en cambio, sí pueden provocar problemas cardíacos
Varios estudios realizados por centros de prestigio internacional y presentados este sábado en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta el martes en Barcelona, revelan que consumir té o café no sólo no perjudica al corazón sino que no se asocia a un mayor aumento de riesgo de muerte cardiovascular ni por otras causas, como infecciones o cáncer.
Un estudio realizado en Francia demuestra que tanto el café como el té no se asocian a una mayor tasa de muerte cardiovascular. El trabajo ha analizado a 131.401 pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 95 años, a los que clasificaron según su consumo habitual de café o té: no consumidores, consumidores moderados (menos de 4 tazas/día) o grandes consumidores (más de 4 tazas/día).
En el análisis se observó que los individuos que consumían más de cuatro tazas diarias de café tenían mayor edad que los no consumidores y que poseían más factores de riesgo cardiovascular, sobre todo fumaban más. Asimismo, se observó un aumento del riesgo de muerte por causa cardiovascular.
"Este riesgo desapareció cuando se ajustó la variable del tabaquismo. Esto significa que el aumento de la mortalidad no era debido al consumo de café sino al ser fumador, que a su vez está asociado a un estilo de vida menos saludable", explica la Dra. Almudena Castro, del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Es más, los investigadores del mismo trabajo descubrieron que las personas que tomaban té tenían menos factores de riesgocardiovascular que la población que no lo consumía, y que, además, tenían un 24% menos de probabilidades de fallecer por alguna causa no cardiovascular.
Así, la doctora Castro ha destacado que, "en general, se ha visto que los bebedores de café tienden a poseer un peor perfil de riesgo cardiovascular que lo bebedores de té o no consumidores, aunque la razón parece estar más en el estilo de vida y en los factores de riesgo cardiovascular que se atribuyen a cada perfil de consumidor.
Más de la mitad de las personas que toman grandes cantidades de café fuman, y que, por el contrario, los consumidores de té llevan un estilo de vida más sano, practican más deporte, fuman menos, etc., lo que probablemente esta sea la razón por la que éstas personas estén más protegidas ante el riesgo de muerte".
Más riesgo de prediabetes en hipertensos jóvenes y obesos
Otro estudio de un grupo investigador italiano, que analizó cómo el consumo de café influye sobre el metabolismo de la glucosa, ha revelado que aumenta el riesgo de sufrir prediabetes en un determinado grupo de jóvenes hipertensos con sobrepeso u obesidad, o aquellos individuos con especial predisposición genética a metabolizar la cafeína de forma diferente.
Después de más de seis años de seguimiento sobre 1.180 pacientes hipertensos (de 18 a 45 años), se observó que el 24% fueron diagnosticados de prediabetes (el 27% de lo hombres y el 16% de las mujeres) y que aquéllos que consumían entre una y tres tazas de café/día presentaban un 34% más de riesgo a desarrollar esta enfermedad, que aquellos pacientes que no consumían café.
Este aumento del riesgo fue aun más significativo en el grupo de pacientes que bebían más de tres tazas de café/día, ya que éstos tenían el doble de riesgo de desarrollar prediabetes que los no consumidores de café.
La investigación muestra que este riesgo fue aun más significativo en el grupo de hipertensos que presentaba sobrepeso u obesidad y revela, además, un dato genético a tener en cuenta, y es que se observó cómo los pacientes que metabolizan de forma lenta la cafeína (un 58%) tienen un riesgo hasta tres veces mayor de tener niveles elevados de glucosa en sangre, algo que no ocurrió en los sujetos que metabolizan de forma rápida la cafeína (un 42%).
Las bebidas energizantes pueden provocar problemas cardíacos
En el congreso se ha tratado también la relación de la ingesta de bebidas energizantes el consumo de alcohol y la práctica de ejercicio físico intenso. Además, y según datos de la European Food Safety Autority (EFSA), aproximadamente el 68% de los adolescentes (10-18 años) y el 30% de los adultos (18-65 años) europeos son consumidores de este tipo de bebidas.
El doctor Eduardo Alegría, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo consultor en la Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián, ha presentado una investigación realizada en Francia que ha estudiado los peligros cardiacos asociados a su consumo.
Este estudio analizó las complicaciones que se reportaron a la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria entre enero del 2009 y noviembre del 2012. Los datos revelaron que casi la mitad fueron de origen cardiovascular, muy por delante de las psiquiátricas y las neurológicas.
Así, hubo ocho paros cardíacos y muertes súbitas, 46 arritmias cardiacas, 13 anginas de pecho y tres crisis hipertensivas. El trastorno más habitual, con 60 casos, fue el llamado "síndrome de la cafeína", caracterizado por taquicardias, temblores, ansiedad y dolor de cabeza.
En este sentido, el doctor Alegría ha destacado que, "cada vez son más los pacientes que acuden a los servicios de urgencias con síntomas de taquicardia, palpitaciones, subidas de tensión, etc., bajo el diagnóstico de 'síndrome hiperadrenérgico', que es cuando a un corazón sano se le somete a un exceso de estímulos externos, en este caso, provocados por este tipo de bebidas".
En cuanto a la dosis, el doctor es claro, "ésta dependerá de la vulnerabilidad cardiaca de cada persona, es decir, de lo sensible que sea cada persona a los efectos taquicardizantes de la cafeína". "Al estar prohibida la publicidad de bebidas alcohólicas en los eventos deportivos, ahora, las bebidas energizantes han aprovechado este espacio para publicitarse y hacer creer a los adolescentes que sus efectos son inocuos en cualquier cantidad.Son muchos los que piensan erróneamente que su consumo va asociado al aporte de vitaminas, cuando en realidad lo que hacen es producir una carga adrenérgica que deriva en problemas cardiacos importantes, fundamentalmente, en trastornos del ritmo cardíaco", concluye el cardiólogo.
El consumo regular de fruta disminuye un 40% el riesgo cardiovascular
Finalmente, se ha presentado otro estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford después de analizar a casi medio millón de personas procedentes de diez localidades diferentes de China.
Tras siete años de seguimiento la investigación reveló que, en comparación con la población que no consumía fruta, los que consumían a diario vieron reducido su riesgo cardiovascular entre un 25% -40%.
En concreto, disminuyó alrededor de un 15% el riesgo de padecer enfermedad isquémica del corazón, un 25% el riesgo de ictus isquémico y un 40% el riesgo de ictus hemorrágico. "Lo interesante fue comprobar cómo este riesgo iba disminuyendo a medida que aumentaba el consumo de fruta, con lo que cuanto más fruta se consuma más disminuirá el riesgo -ha destacado el doctor Alegría-.
No está de más confirmar lo que ya intuíamos o sabíamos en un gran grupo de población, aunque sea una etnia algo alejada socialmente de la nuestra". Por otro lado, los expertos también encontraron, como posible explicación, una significativa relación entre el consumo de fruta y la disminución de la presión arterial (PA).