Revista Deportes

Buenas tardes y… le voy a contar la historia del otro

Publicado el 05 septiembre 2014 por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

(Viene del post anterior)

El día que sepan lo que significa saber estar, algo habrá cambiado en esta bendita ciudad de Sevilla.

Nos alegra enormemente que por fin hayan comprendido y reconocido que nacieron en 1909. Ese ha sido un trabajo arduo de muchos años de entre otros, este blog, lo negaron mil y una veces hasta la saciedad. Y no es que pidiéramos demasiado para estas mentes simples y toscas, que dicen que la legalidad comienza en el Libro de Registro del Gobierno Civil, y en la renovación de unos estatutos anteriores a todas luces. Para ello ponen como ejemplo el nacimiento de un niño y los papeles de inscripción.

Reconocemos nuestro masoquismo innato. Volvemos a explicarles lo mismo una y otra vez. Aún no se darán cuenta, lo sabemos, y volverán a tropezar con la misma piedra nuevamente. Hasta que comprueben de alguna forma que tenga que ver con la magia o la alineación de los planetas, eso de que nacieron en 1909.

Almas de cántaro, si yo tuve un niño hace tres años y no lo inscribo hasta hoy mismo en el Registro, ¿nació hoy mismo o nació hace tres años? ¿O es que esa mujer tuvo eso que se conoce como “el parto de la burra”?

Esto es muy simple de comprender. Son razonamientos de Primaria.

Vamos a ponérselo un poco más difícil, lo sentimos, hablamos de casos reales. Si creamos una Sociedad hace cinco años y no la inscribimos hasta ayer mismo en la Delegación correspondiente de la Junta de Andalucía, ¿cuándo creen ustedes que nació esa Sociedad? Hagan la prueba real, formalicen una asociación de jugadores de dominó, levanten acta de la misma y regístrense dentro de unos meses, (o años) a ver qué pasa.

El Sevilla FC nació en 1890 porque tuvieron la voluntad de hacerlo, pusieron en marcha los estatutos correspondientes, y eligieron junta directiva. A eso se le llama levantar acta de la fundación, no hay un acta de fundación posterior, y no hay documento de disolución de la Sociedad en ningún momento hasta nuestros días. Sin presentar esos documentos  lo que digan o presenten no tiene validez alguna. La sociedad sevillista se vio obligada por las autoridades a inscribirse en el Registro en 1905 debido a la real Orden Circular correspondiente.

Esto es algo muy distinto a esa “legalidad” de la que hablan y que ningún licenciado en Derecho conoce, pero a ellos les gusta revolcarse en esos lodazales para liarse y contradecirse a sí mismos, y volver a decir la cosa contraria a la que dijeron hacer dos minutos atrás. Eso sí, sin complejos.

Pero si algo no comprenderán nunca es eso que se llama caballerosidad.

Si a representantes del Sevilla FC se les invita a un medio de comunicación, no tengan la menor duda de que hablarán de su propio club, en este caso de la historia de su club. Es norma de obligado cumplimiento. Pero si les invitan a ellos, no tengan duda de que hablarán del club rival. Podríamos trasladarnos a precedentes como el de Carmona en una TV local, y más atrás en otros vergonzosos episodios.

Comprobado.

A eso se le llama acomplejamiento supino. Son incapaces de no hacerlo.

Es lo que no entienden y por eso lo hacen una y otra vez.

Solo tienen que escuchar al presentador, de tinte bético, para darse cuenta de que permanentemente en la entrevista quiere que los invitados sevillistas hagan lo que ellos hacen, hablar del rival. Tuvo el caballero tanta ansia para que lo hiciesen los sevillistas, que no dejó de hablar del Recreativo de Huelva y del blog de verde permanentemente, desde la misma presentación, no esperó ni la frase de rigor. Fue casi insultante. No hay frase que la acabase sin hablar de ello. Pero simplemente los de blanco supieron estar y solo hablaron de ellos mismos. Y miren que lo tuvieron fácil.

El mensaje sevillista fue meridianamente claro, nacimos en 1890. Es lo que querían decir, y cada cual en su casa y Dios en la de todos.

Cuando fueron los suyos, el presentador no se cortó un pelo, es lo que buscaba, les preguntó directamente sobre si el Sevilla FC nació en 1890 y ellos hicieron lo que solo saben hacer, largar la morterada. Y eso que casi no les dio tiempo a decir “buenas tardes”.

Al final resulta que matamos al mensajero, aunque hay mensajeros que matan. Matones del Oeste americano que buscan el oro en forma de audiencia.

Son cosas simples, fáciles y primarias para entender, pero nuestra labor pedagógica, al final, como hemos podido comprobar, da sus frutos.


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