Revista Cultura y Ocio
Miolo Wine Group Bueno Bellavista Estate Bueno, Paralelo 31, 2008Cabernet Sauvignon 60% - Merlot 30% - Petit Verdot 10% 13,5% Grad. Alc. Campanha Gaúcha, Rio Grande do Sul, Brasil.
Charles y Lu chan nos visitaban y en vez de llevarlos al Jardín Botánico, tarjeta postal de Curitiba –una área verde, no tan grande, con un pequeño lago y una enorme estufa que además de contar con algunas plantas de otros lugares en su interior sirve de fondo para la clásica foto; reconozco que en las fotografías sale lindo, pero ya estando ahí no sé que le ven, prefiero mil veces el Parque Barigüí- nos fuimos al Mercado Municipal, que no será tan grande como el de su ciudad, São Paulo, pero por lo que me dijeron el de aquí es mucho más ordenado y súper limpio. Y andando entre las vinotecas de ahí, una en particular tenía varias botellas del tinto de Galvão Bueno, como se puede apreciar en la fotografía –le dejé las etiquetas del precio-, casi a mitad de precio. Vino brasileño por encima de RS 50 generalmente paso recto, y aprovechando la oferta adquirí esta botella y recién ahora lo descorchamos.
- ¿Será que este vino todavía está vivo?- me arriesgo con el vendedor, sabiendo de antemano su respuesta, pero con la intención de apreciar la expresión en su rostro.
- ¡Claro!– responde tajante –es un vino asesorado por Michel Roland – No es sólo un vendedor, el compadre sabe que el asesor francés es un nombre respetado en el mundo del vino. ¿Sabrá también que para algunas personas el nombrarlo puede ser motivo de no adquirir el caldo? Pero yo no soy tan exquisito. Agarro la botella en ciernes y efectivamente, el nombre del renombrado enólogo francés está chiquitito en la contra-etiqueta.
- ¿Y por qué está a mitad de precio? ¿Estuvo mal almacenado? – lo impelo, como dicen por aquí, cutuco.
- Nooo…, -cerciorándose de mi acento extranjero, tal vez creyendo que estoy de paso-, es que en esta ciudad odian a Galvão Bueno, y nadie compra estos vinos porque su nombre aparece enorme en la etiqueta.– Parece sincero, casi una confesión; sin más me hago de una botella.
Pero muy probablemente la mala vibra hacia Galvão Bueno quizá no sea el motivo principal de encontrar vinos brasileños (refiriéndome a los de precio elevado) a mitad de precio puesto que ya había encontrado un Villaggio Bassetti Primeiro a RS 44 ($22 dólares), también casi a mitad de precio (su precio normal ronda los RS 86 -$43 dólares-) , aún así no es común encontrar vinos finos nacionales de una calidad superior a un precio respetable. Sin descartar ese rechazo hacia el periodista deportivo otro motivo podría ser quema de stock.
Encontrar la voz y la presencia de Galvão Bueno –narrador y comentarista de la poderosa televisora Globo- en un partido importante de fútbol y en las carreras de Fórmula 1 es común aquí. Él es un ícono en la televisión deportiva de este país aunque a muchos esto les joda. A mí no me cae ni bien ni mal, exceptuando cuando exalta de más a Felipe Massa –y en su momento a Rubinho Barrichelo- me parece que hace bien su trabajo. Cuando pregunto el por qué del rechazo hacia él –el vendedor usó la palabra “odio”- es tan amplio el asunto que no sabría por dónde comenzar, así que mejor ni entrar a eso.
Campanha Gaúcha es una zona pegadita al Uruguay, y tiene las bondades de los climas y microclimas de sus vecinos sureños, detalle que resaltan en la etiqueta y el nombre de este tinto –Paralelo 31-, queriendo diferenciarse de otros compatriotas suyos.
Al vino: a la vista, de un rubí algo brillante, de capa media, forma lágrimas de mediana intensidad. En nariz, frutas negras maduras, pasas, lo afrutado va apareciendo con el pasar del tiempo llegando a tener una considerable intensidad pero sin llegar a perder elegancia. En boca, taninos elegantes y sedosos, no se percibe alcohólico, lo afrutado se refrenda, hay un punto de clavo de olor, leve, también algo de cuero, y la omnipresente madera; de final mediano con retrogusto algo achocolatado y a tabaco.
Ya que los de la Bueno Bellavista Estate están iniciando deberían bajar su precio, hacerlo más accesible, romper mercado, captar un público, fidelizarlo y luego quizá subir su precio. Sólo con degustaciones y eventos no creo que se hagan de un público y menos fidelizarlo, y esto vale para muchos de los tintos brasileños ofrecidos a precios de vinos europeos.
Toda la expresión frutal y gustativa de este corte bordelés está como enmarcado en una elegancia y fineza que parece seguir un padrón. Hace tiempo que no bebíamos un vino con esa sensación de madera lo suficientemente presente para ser apreciada sin llegar a niveles ... inmorales: aquí es muy equilibrada, que no incomodó en ningún momento, por el contrario, mi esposa, cada vez que se va a descorchar un vino de su país es la primera en fruncir el ceño, y esta vez se sorprendió –realmente, y ambos- gratamente con lo ofrecido por este tinto brazuca.
Es un vinazo, ojo, al precio encontrado (RS 35,90 -$18 dólares apróx.-), ya al precio que es ofrecido normalmente (RS 68,90 -$34 dólares apróx.-) ni pensar, éste último es el precio, de un Marqués de Casa y Concha chileno o un Alma Negra argentino por aquí (por citar solamente dos ejemplos), ya de afuera te traes otros de líneas aún superiores con ese monto.
Tienen un buen producto que es lo más importante, pero muchas veces no es suficiente. Romper mercado bajando los precios. ¿No vas a ganar dinero Galvão? Quizá, pero no creo que tu desición de entrar a hacer vinos sea para hacer dinero, debe estar más cercano a alguna pasión, bajando el precio vas a hacerte de un público, y hermano, eso es más que lucrativo.