Buenos Aires 14 de febrero

Este Buenos Aires que sin gente es una tostada,
que se podría untar con queso blanco,
y quedaría blanca.
Buenos Aires 14 de febrero,
de plantas que nadie llevará;
plantas que no son competencia
para el ramo mentiroso de rosas azules —este Buenos Aires qué bien sabe de comer tintas
tan baratas—.
Este Bs. As. abreviado de poesía,
este Buenos Aires tan fácil para el “ah!”
amargado
amancillado
amordazado.
El Buenos Aires de sol que se perdieron todos
los que se juntaron en alguna parte,
a amontonarse a apretarse a comprimirse
a festejar la buena vida.
Acá queda el Buenos Aires a la hora de la siesta
cuando no hay quien la duerma;
el del 14 de febrero —almuerzo tarta de jamón, sin velitas para dos—
Acá está el Buenos Aires
del que todos han huido
-¿se lo envuelvo en un globo de corazón?