Revista Educación

Buenos deseos

Por Siempreenmedio @Siempreblog

25 diciembre 2013 por prosperaenmedio

La Navidad es como tantas otras cosas o te gusta o la odias. Hay mucha gente que desearía dormirse el día 22 de diciembre y despertar el 7 de enero. No es mi caso. No porque la familia se reúna especialmente en estos días, ya lo hacemos durante todo el año. No porque sea obligatorio ser feliz en esta época, tengo días buenos y días malos también en Navidad. Ni por los maratones solidarios, con los que muchos aprovechan para hacer su buena obra y justificar su falta de generosidad el resto del año. Yo colaboro (eso le digo siempre a los que se ponen en la calle La Carrera, dícese Médicos sin fronteras, Acnur, Greenpeace, Intermon Oxfam, …) hago lo que está en mi mano, aunque seguro que podría hacer mucho más. Ni siquiera por la comida, antes era extraordinaria, te permitías ciertos lujos como unos langostinos a la plancha, pero ahora los comemos más a menudo, no es tan excepcional.

tarjetas navideñas

Las postales de Navidad que he recibido este año.

Me gusta comer con mi familia, aunque lo haga siempre, y ponernos guapos. Cocinar cosas ricas y beber un buen vino. Brindar con sidra (El Gaitero mejor, lo confieso, es la que me apetece) y los cócteles que hace mi cuñado, son increíbles y sólo los prepara por Navidad. Comer turrones, peladillas y polvorones de gofio. Tener una larga sobremesa y seguir comiendo hasta reventar.

Y también me gusta recibir buenos deseos, una postal en la que me feliciten las fiestas, mirar el buzón y encontrar una carta especial entre los extractos del banco. El año pasado recibí dos y éste ya he recibido cuatro. No es casualidad, es una tradición que se está perdiendo, ya lo decía mi compañera Ana Prieto, los avances tecnológicos nos trajeron las felicitaciones por email, Facebook o WhatsApp y eliminaron la costumbre de enviar buenos deseos por correo postal. Les decía que no era casualidad. Una amiga, se propuso hacer algo especial por estas fechas y en el 2012 nos planteó a sus contactos de correo electrónico que participáramos en un proyecto: ‘Felicita a un desconocido’. Ella nos asignaba una persona con una pequeña descripción de cómo era, sus gustos… y tú te comprometías a enviarle una tarjeta. También recibirías una de un remitente desconocido además de otra de ella. El resultado fue todo un éxito y este año lo repitió con un nuevo reto, que cada uno implicara a un amigo. Les aseguro que se siente la misma ilusión al enviar las postales que al recibirlas. Vengan de aquí al lado o de los Alpes (recibí una desde Alemania), hechas a mano o compradas, sea como sea ¡es genial recibir y enviar buenos deseos!

Aquí les dejo el blog de mi amiga y su particular forma de contar esta preciosa iniciativa. ¡Feliz Navidad!


Volver a la Portada de Logo Paperblog