Por eso, qué mejor que una lista de buenos hábitos que todo teletrabajador que se precie debería intentar seguir para alcanzar una rutina de trabajo equilibrada y que se verá reflejada en un aumento de la calidad de vida laboral y personal:
- Aseo personal: aunque pueda parecer lo contrario, es muy importante no descuidar la higiene y el aseo personal sólo porque no vas a ir a la oficina. Nada de levantarte en pijama y no cambiarte hasta que salgas a la calle. Lo aconsejable es ducharte, vestirte y asearte como si ese mismo día fueras a ver a tu jefe. De esta forma te sentirás mejor y con ganas de empezar el día.
- Espacio de trabajo: si se teletrabaja desde casa es clave disponer de un espacio que esté bien iluminado, que tenga una buena silla y una mesa a la altura adecuada, y a ser posible que sea un lugar tranquilo. Hay que intentar personalizarlo y decorarlo a tu gusto para que sientas que es tu propia oficina, tu sitio, donde poder trabajar relajado. Así es más fácil separar física y psicológicamente la vida laboral y la vida familiar, y obtener así el mejor rendimiento en ambas.
- Horario: para diferenciar mejor entre vida laboral y vida familiar, es también importante definir los límites horarios para cada una de ellas. Hay que intentar, siempre que se pueda, no quedarse corto ni exceder el número de horas dedicadas a trabajar, y para eso lo mejor es ponerse una hora de inicio y una hora de fin. Si alguna vez no lo cumplimos, es fundamental que no acabe siendo algo habitual. También es muy importante respetar los horarios de comidas y descansos para rendir correctamente; nada de comer delante de la pantalla del ordenador ¡y mucho menos llevarse el portátil a la cocina o al comedor!
En la segunda entrega... más...
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