Buenos y malos.

En España hay buenos y malos oficiales. Los más buenos, son los vascos, y si algo está más que claro es que los catalanes somos los más malos, hagamos lo que hagamos y a mucha distancia de cualquiera.

Los discursos de fin de año de los presidentes autonómicos de la mayor parte de las CCAA deficitarias, es decir Aragón, Galicia, Asturias, Extremadura y Castilla-la Mancha, han tenido como protagonista a Catalunya, que ha sido el blanco contra el que todos han disparado con insultos y descalificaciones, acusaciones de deslealtad e incluso la exigencia de algún tipo de castigo político añadido a la aplicación de las leyes, que por supuesto a todos les parece perfecto que se impute y se mantenga en la cárcel a políticos catalanes por haber cometido delitos que implican violencia, que solo existe en la imaginación y las mentiras del sistema judicial español.

Hace pocos meses, a inicios del 2017 el PNV llegó a un acuerdo con el gobierno Rajoy para aprobar los presupuestos que reducía de manera escandalosa el importe del cupo vasco, incluso con efectos retroactivo compensando al País Vasco por el “exceso” de cupo pagado en los últimos años. Un acuerdo claramente injusto e incluso denigrante para las otras CCAA que encima verán reducida la cifra de su financiación por la menor aportación vasca. Un acuerdo realmente inmoral e insultante que se detiene justo antes de lograr un cupo que no solo no lo pague el País Vasco sino que lo cobre. NI UNO SOLO DE LOS PRESIDENTES DE LAS CCAA DEFICITARIAS MENCIONADOS Y OTROS QUE CONTINUAMENTE ATACAN Y CRITICAN A CATALUNYA ABRIÓ LA BOCA PARA HACER EL MÁS MÍNIMO COMENTARIO SOBRE DICHA BARBARIDAD.

Para completar la barbaridad, y demostrar una vez más que estamos en manos de trileros, ante la negativa del PNV a apoyar la aprobación de los presupuestos del 2018 debido a la aplicación del 155, el Sr. Montoro ha advertido a las CCAA que de tener que prorrogar el presupuesto de 2017 como alternativa al de 2018, la financiación de los CCAA se verá reducida en 4.200 millones. Es decir, cuando el PNV se niega a continuar con el acuerdo, el trilero de Hacienda no les presiona con las condiciones del pacto que les favorecen amenazándoles con aplicar el cupo normal en vez del superreducido que tienen pactado, sino que traspasa el problema a las CCAA, y una vez más las únicas que ponen el grito en el cielo son todas CCAA con superávit, en concreto Baleares, Catalunya y Valencia. El resto calladitos y reservándose para cuando les toque atacar a Catalunya. Lo dicho: vascos buenísimos, catalanes malos, malísimos, hagan lo que hagan y pase lo que pase.

Para acabar dos asuntos de los que dan ganas no ya de independencia sino de emigrar a Nueva Zelanda porque no hay ningún país más lejano.

Todos los que manifiestan y opinan que no es cierto que en España se haya suprimido la separación de Poderes a pesar de la insistencia del Consejo de Europa y del GRECO (Grupo de Estados Contra la Corrupción) en denunciarlo contundentemente, tienen ahora un documento jurídico que lo demuestra con absoluta claridad: el fallo de  la Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo (TS)  manteniendo en prisión a Oriol Junqueras. En su informe 2016 del mencionado GRECO referido a España se decía que el Consejo General del Poder Judicial daba toda la impresión de estar a las órdenes del Ministro de Justicia y el mencionado fallo no habría sido muy distinto si lo hubiesen redactado directamente en el Ministerio de Justicia. Para completar la barbaridad, a la inexistente violencia de que acusan a Junqueras, añaden que fue su actitud y su gestión del referéndum lo que provocó la brutalidad policial del 1 de octubre porque a la policía no le quedó más remedio que actuar como lo hicieron. Si en Madrid hay una sola persona que cree que el problema de Catalunya se solucionará a base de corrupción jurídica, falsedad y barbaridades es que España tiene un problema muchísimo más grave de lo que aparenta.

La brutalidad policial del 1-O ni se ha investigado, ni se investigará y además el gobierno trilero la ha calificado como impecable, en cambio cuando alguien critica la animalada policial basándose en la verdad y la evidencia inmediatamente la lentísima Justicia española a toda velocidad les imputa delito de odio.

Curiosamente hace unas semanas apareció un video en Facebook donde unos tipos subidos a un tanque del ejército con permiso de su tripulación profirieron todo tipo de amenazas e insultos contra Catalunya y nadie ha movido un dedo porque si el odio se aplica a los malos, malísimos de España está plenamente justificado.

Ejemplos del odio justificado que no requiere acción alguna de la justicia los hay a montones y hace un par de días sucedió algo sumamente grave que tampoco tendrá consecuencias porque se refiere a los malos, malísimos.

Antoni Bargalló es un pesebrista catalán a quien no se le ocurrió otra cosa que mandar sendos pesebres a Junqueras y Forn. Antes de hacerlo se aseguró que la prisión de Estremera no pondría problemas y realizó el envío a través de UPS, pero a los pocos días UPS le devolvió los pesebres rechazados por la prisión y devueltos al remitente no sin destrozarlos antes y anotar en grandes letras con rotulador un “VIVA ESPAÑA” en la etiqueta. El señor Bargalló ha denunciado los hechos pero como se trata de los malos, malísimos tampoco va a ocurrir nada.

En todas las ocasiones en que he comparado la forma en que han solucionado sus problemas de secesión Canadá, Reino Unido y otros con los despropósitos que se practican en España, la única conclusión posible es que gobierno y mucha ciudadanía española son profundamente estúpidos y no tienen la más mínima intención de solucionar el problema. Lo grave es que con el paso del tiempo la estupidez no para de ganar en profundidad y parece irremediable.

Si alguien todavía niega que hemos regresado al franquismo camuflado de democracia es que es ciego, sordo, y desgraciadamente no es mudo.