Revista Opinión

Buenos y malos ejemplos

Publicado el 04 agosto 2015 por Elturco @jl_montesinos

Se pregunta Javier Jové en elclubdelosviernes.org que pasaría si el liberalismo fuese menos eficiente que el estatismo, obviando conscientemente, y con toda la intención me parece, que el primero sí se guía por criterios de eficiencia, en contra del segundo, y aun así concluye, de forma acertada, que es el único sistema que respeta a la persona como tal de los que se presentan actualmente. Por tanto si dejamos de lado la parte económica, existe una superioridad moral de la Libertad sobre otros valores. Comparto su análisis.

No obstante, he de decirle, que no tiene por qué preocuparse. Que quizá por ser un enfoque moral de la existencia, que representa las virtudes que han llevado al ser humano a ser una especie dominante en el planeta, los astros se alinean. La Libertad tiene una gran aliada en la eficiencia. Como por arte de birlibirloque. O no.

Vean si no los datos de crecimiento arrojados por Irlanda. ¿Se acuerdan? Los cerdos éramos Italia, Irlanda, Portugal, Grecia y España. Cada país escogió su camino. Uno distinto. Mientras Grecia amanecía este lunes con una caída en la bolsa de Atenas del 23% quedándose en el 16%, Juan Ramón Rallo publicaba un gráfico con la caída del PIB del país. Corralitos y todo. El efecto de las políticas de despilfarro es palmario. De palmar. Vaya, de morirse.

PIB Grecia

PIB Grecia

Del resto unos y otros han ido haciendo lo suyo. El tonto los más. Los de aquí también. Una reforma-maquillaje del mercado de trabajo. Subidas de impuestos al estilo PCE. Y cambio de una casta por otra, eso sí, muy democrática. Y que además quiere aplicar lo que tan bien funciona en Grecia. Entretenidos nos tienen con Anónimo Miguel Carmona. Con las elecciones catalanas. Permítanme un inciso, liberales de ahí arriba. No acabo de entender como listas profundamente colectivistas les pueden guiar a una Catalunya más libre. Creo que son ustedes los Carmona del asunto. Gracias por permitirme. Allá se las ingenien. Hagan lo que gusten.

Gracias a todo ello, hemos llegado al 2.015, donde parece que las cosas empiezan a carburar. No por el gobierno del PP, si no a pesar de él. Con un tejido empresarial que sí ha hecho los deberes. Que sí se ha apretado el cinturón y se han dimensionado como corresponde. Que lo hubiera tenido mucho más fácil si no lo cosieran a impuestos. Si no tuviera una de las cuotas de autónomos más ridículamente altas del mundo civilizado. Si hubiera dispuesto del capital que el Estado, a través de Montoro, ha venido saqueando sin faltar un solo día. Con un gobierno, pues, que pudiendo terminar con la pesadilla mucho antes, sigue alargando la agonía, ahora ya sin margen de maniobra.

Botones hay. En Irlanda socializaron las pérdidas de su enferma banca, como en España. Pero cometieron pocos errores más. El resto, lo que reclamamos los libertarios. Mercado de trabajo altamente flexible. Facilidad para abrir negocios. Impuestos bajos. Y cinturón de la administración bien ajustado. El ABC de cualquier economía que responde en positivo. Crecen el doble que nosotros con la mitad de paro, aproximadamente. No hay más. Se acabaron los rescates. Y por cierto, Alemania y Francia quisieron que Irlanda aumentara su Impuesto de Sociedades, cosa que no hizo. Hay formas y formas de enfrentarse a Europa. El tiempo da y quita razones. Inexorable.

Así que Sr. Jové no se preocupe. Venezuela está en llamas. Grecia en bancarrota. Cuba, en fin. Cuba. Ecuador. Argentina. Vaya a compararlos con los países bálticos, con Irlanda, con cualquier país que aplicó un día las recetas que emanan de considerar la Libertad con primer valor. Y solucionó sus problemas. Quizá esté bien mirar el asunto desde todos los ángulos. Darle una vuelta a la mera especulación filosófica. Pero oiga, que quiere que le diga, la Libertad, al final resulta ser lo más eficiente. Le debo un Jameson.


Tagged: economía, Irlanda, libertad
Buenos y malos ejemplos

Volver a la Portada de Logo Paperblog