REDACCIÓN P+D
Tragedias por errores humanos.
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) presentó este pasado 27 de julio sus conclusiones sobre el accidente del vuelo de Spanair del 20 de agosto de 2008, en el que fallecieron 154 personas en el aeropuerto de Barajas.
La CIAIAC estima que la tripulación no configuró correctamente el aparato . Del mismo modo, no identificó «los avisos de pérdida ni corrigió dicha situación después del despegue». Tampoco «detectó el error de configuración al no utilizar adecuadamente las listas de comprobación (…) en las labores de preparación de vuelo».
Puede leer aquí el editorial completo de la Dirección de Protestante Digital titulado Buenos y malos pilotos