Revista Libros
EL INFIERNO ES UNA PUERTA CERRADA
hasta cuando me moría de hambre
las notas de rechazo difícilmente me molestaban:
sólo creía que los editores eran
verdaderamente estúpidos
y sólo fui y escribí más y
más.
hasta consideraba los rechazos como
acción; lo peor era el buzón vacío.
si una debilidad o un sueño tuve
fue
sólo querer ver a uno de aquellos
editores
que me rechazaron,
ver la cara de él o de ella, la forma
en que vestían, la forma en que cruzaban
una habitación, el sonido de su voz, la mirada
de sus ojos...
sólo una mirada a uno de ellos-
ves, cuando miras esto
un pedazo de papel impreso
diciéndote que
no eres muy bueno
entonces hay una tendencia
a pensar que los editores
son más parecidos a dioses que
lo que son.
el infierno es una puerta cerrada
cuando te estás muriendo de hambre por tu
maldito arte
pero algunas veces sientes al menos que
echas una mirada a través del ojo de la cerradura.
joven o viejo, bueno o malo,
no creo que nada muera tan lenta y
duramente como un
escritor.
Charles Bukowski