No es de extrañar que el poblado sudafricano de Tholeni sea conocido como “pueblo de la muerte” por el elevado número de crímenes que se cometen en el lugar, y por ende tampoco es raro que de allí surgiera uno de los mayores asesinos seriales de la historia del país más meridional del continente africano.
El criminal abordaba a sus víctimas –todas mujeres y niños- en sus propias casas, y siempre asegurándose de que vivían solas, sin hombres que habitaran en ellas. Para matarlas usaba machetes o hachas. Después de los asesinatos de Sinazo Mbeki y sus dos nietos en 2010, los investigadores comenzaron a relacionar los crímenes con otros cometidos anteriormente en Tholeni, por lo que ya no eran casos aislados, sino que ahora buscaban a un asesino en serie. Durante una redada detuvieron a varios sospechos, entre ellos se encontraba Mabhayi, pero no obtuvieron pruebas concluyentes y lejos de asustar al criminal, éste siguió matando en el mismo poblado como si nada.
Bulelani Mabhayi, de 38 años fue arrestado tan sólo seis horas después de cometer su último asesinato, el 11 de agosto de 2012. El asesino se dejó un zapato en el lugar del crimen, lo que llevó a su detención. La policía se abalanzó sobre él mientras dormía una siesta en su domicilio, situado en el mismo pueblo donde sembró el terror durante cinco años, cometiendo 20 asesinatos y 16 violaciones.
El 27 de agosto de 2013 fue condenado a varias cadenas perpetuas, después de declararse culpable de 20 asesinatos y 16 violaciones, admitiendo el reo ser el responsable de todos y cada uno de los crímenes cometidos.