No quisiera despistar a los lectores con un titular relativamente incomprensible para quien no participe activamente en la redes sociales. Tampoco espero ofender a nadie explicándolo:
La frase “Bullying is for losers” en inglés se puede traducir como “el acoso escolar es propio de perdedores“. En estos días, ya avanzado el comienzo de curso, las primeras experiencias de acoso escolar empiezan a ser evidentes. Los matones opresores ya se han percatado de las posibles víctimas, sus corifeos se empiezan a juntar y las víctimas comienzan a contemplar horrorizados que sus vidas se van convirtiendo gradualmente en un infierno.
Alguna de estas víctimas se ha percatado que los acosadores, los “bully“, en realidad son unos mentecatos y que la violencia que ejercen es fruto de las frustraciones de perdedores. Y se ha atrevido a poner esta frase que lo resume en la red social Twitter este domingo pasado (25 SEP). Como parte de este extraño fenómeno de la comunicación instantánea, la frase se ha convertido en el tema de tendencia (Trendig topic, TT en corto) de mayor popularidad, con miles de mensajes.
Los “twits” son mensajes cortos de hasta 140 caracteres que permiten enlaces con direcciones de Internet, con imágenes, traducciones y otros programas que permiten mensajes más largos. Los temas (“topics“) se pueden etiquetar como referencia para que otros los citen mediante el símbolo # , lo que se denomina “hashtag“.
No es malo que el hashtag #BULLYING IS FOR LOSERS extienda la concepción de que el acoso en la escuela es algo indeseable propio de individuos incapaces de relacionarse normalmente, que recurren a la violencia como remedio a sus propias frustraciones.
Para quienes nos ocupamos de la atención a los niños cabe resaltar lo que la breve frase implica. El acoso queda como denunciable, condenable, indeseable. Y por todo ello las víctimas deben ser protegidas. Pero también implica que los abusadores, los “bully“, son unos perdedores mentecatos, es decir inidividuos con problemas de salud mental y, por ello, susceptibles de recibir asistencia. De ser adecuadamente diagnosticados y, eventualmente, tratados.
El acoso escolar nos da trabajo. Y hay que afrontarlo.
X. Allue (Editor)